Al mismo tiempo, una persona del sector automotriz en México y con conocimiento sobre el tema, dijo a Expansión que tanto Tata Motors como Mahindra “han enviado en varias ocasiones a ejecutivos para pedirnos información relativa al funcionamiento y perspectivas” del mercado en el país.
Antes de que China se convirtiera en el principal proveedor de autos para México, tanto India como Brasil ocupaban esta posición. Prasad Shinde destaca que hasta el momento, el interés de las automotrices radica en llegar al mercado solo con vehículos terminados y no con plantas de manufactura, puesto que ya existen modelos de producción compartida, conocidos como “joint venture”.
El interés actual radica en la producción de componentes para la fabricación de vehículos, a lo cual el funcionario atribuye la mayoría de las inversiones desembolsadas del país asiático en México, que en lo que va del año ascienden a, estima, 500 millones de dólares.
“No tenemos las fabricaciones de los vehículos, sino la fabricación de componentes, que está llegando a México. Y tal vez en el futuro, para llegar a producir automóviles, el proceso final. Para ser honesto, hay una posibilidad, pero la mayoría de los vehículos que vienen, vienen. Vienen en Ford, Chevrolet, Volkswagen. Se fabrican completamente en India y luego envían sus vehículos aquí”, describe.
Entre los estados que están en la mira para India son Aguascalientes, Guanajuato, San Luis Potosí y Nuevo León. De éste último, destaca la inversión anunciada a mediados del año pasado de 200 millones de dólares por parte de Vimercati Viney Do, una empresa enfocada a la producción de autopartes, destinados a la puesta en marcha de una fábrica en la entidad.
Prasad Shinde encuentra varias similitudes que vuelven a México e India buenos socios comerciales, como el hecho de que ambos países significan la entrada, en términos de manufactura, a sus respectivos continentes.
Fenómenos como la ruptura en las cadenas de suministro, han hecho que India busque la diversificación de su producción en el mundo, principalmente en el sector automotriz que se encuentra cambiando hacia la electrificación, por lo que han mantenido conversaciones también con organismos empresariales como la Industria Nacional de Autopartes (INA).
“Ya estamos tratando de expandir nuestra presencia en diferentes países y México forma una gran parte de Latinoamérica para nosotros, también Brasil, que son dos de los mercados más importantes para las compañías indias y creo que veremos una mejor cooperación, una mejor presencia”, sostiene.
El funcionario estima que aún hacen falta por desembolsar, por lo menos, 200 millones de dólares más en inversión destinada a México, también en otros sectores como los de tecnologías de la información y farmacéutico.
“Debemos proteger el suministro de componentes y debemos de diversificar nuestros centros de producción y almacenaje, por lo que México también se ha convertido en un hub, no solo para otras inversiones, sino también para nuestras inversiones indias”, concluye.