Guillermo Rosales, presidente de AMDA, subraya la disparidad regional en el suministro de DUBA, señalando que áreas estratégicas como corredores y zonas rurales carecen completamente de acceso a este combustible esencial para vehículos modernos. Este déficit no solo afecta la operación logística, sino que también aumenta los costos de mantenimiento para los transportistas que deben recurrir a alternativas menos eficientes y más contaminantes.
“Hay zonas completas en la que no existe, entonces si un camión debe de hacer un recorrido a Chiapas, de regreso no va a encontrar donde cargar”, declara Rosales en entrevista con Expansión.
Un reto para la nueva administración
Claudia Sheinbaum, virtual presidenta electa, enfrentará este desafío en su agenda gubernamental. La implementación de políticas que promuevan la producción y distribución de este combustible será clave para avanzar hacia una movilidad más limpia y sostenible.
Por lo pronto, desde el sector se persigue la actualización de la NOM-044 para adecuarla a las necesidades de la industria, enfatizando la transición hacia esquemas de movilidad más sostenibles. Este cambio requiere una acción coordinada del Gobierno Federal, centrada en el sector energético e involucrando activamente a la iniciativa privada.
Rosales sostiene que este proceso debe complementarse con mejoras en el sistema nacional de refinación. “Una vez que Dos Bocas se encuentre en su capacidad operativa, uno de sus productos será DUBA, más las ampliaciones necesarias a los permisos de importación para las empresas competidores de Pemex, ya que debe de haber un proceso de apertura mucho más ágil y eficiente para que exista esta mayor cobertura de DUBA".
Desde la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (Anpact), se propone una distribución estratégica del suministro de DUBA, enfocada no solo en áreas obligatorias por ley, como la zona fronteriza norte y las principales áreas metropolitanas, sino también en corredores clave para el transporte nacional e internacional. Además de la infraestructura física, es crucial mejorar la señalización en las estaciones de servicio que ofrecen DUBA.
La Anpact subraya que migrar hacia estándares de motores más avanzados ofrece ventajas sobre la tecnología anterior, como la reducción de emisiones contaminantes y mejoras en la eficiencia en el consumo de combustible y lubricantes.
Además, el uso de diésel tradicional en comparación con las nuevas opciones disponibles suele resultar en un deterioro más rápido de los filtros, lo que conlleva a un mayor costo de mantenimiento operativo para los transportistas.
Hasta la fecha, entre el 20 y el 25% de las ventas de vehículos pesados en México corresponden a unidades con las nuevas tecnologías incorporadas. Por lo tanto, el sector espera que una mayor infraestructura de DUBA sirva como un incentivo para aumentar su comercialización. Según la Anpact, "la expansión de la infraestructura de DUBA puede promover una mayor adopción de vehículos con tecnología avanzada".