Con la producción de mayo, que ascendió a 267,000 barriles –el último dato disponible–, Pemex solo produce alrededor de entre 30% y 35% de la demanda nacional de gasolina, que se sitúa alrededor de los 800,000 barriles diarios, según las estadísticas de la Secretaría de Energía. El resto de la demanda se cubre con importaciones.
Las refinerías de Cadereyta, Nuevo León, y Minatitlán, Veracruz, redujeron en mayo su producción de combustibles en casi un 50%, según la información de Pemex.
El objetivo fijado para Pemex, desde 2019, era lograr la refinación de un millón de barriles al día. Una meta que estaba respaldada por el plan de mantenimiento de las seis refinerías, pero esto solo se logró durante marzo de este año, cuando los complejos de la estatal procesaron 1.062 millones de barriles al día, una tendencia que no logró mantener en el tiempo y que no registró en ningún otro momento.
La nueva refinería
El retraso de la entrada en marcha de la refinería Olmeca, en Tabasco, también ha vuelto imposible la tarea del sexenio obradorista de lograr la autosuficiencia en combustibles. Aún no existe una fecha en específico para el inicio de las operaciones comerciales del complejo que duplicó el presupuesto de su construcción.
Las últimas declaraciones del director de Pemex, Octavio Romero Oropeza, indicaban que la refinería Dos Bocas produciría a total capacidad durante julio, pero hasta ahora eso no ha sucedido.
Ahora, la meta ha quedado en manos de la siguiente administración federal, según declaraciones del gobierno actual. La presidenta electa Claudia Sheinbaum ha asegurado en diferentes documentos y discursos que las empresas estatales continuarán siendo prioridad de la federación.
Luz Elena González Escobar, la próxima secretaria de Energía, ya ha dicho a medios de comunicación que la soberanía energética será la prioridad de los planes de aumentar la refinación de petróleo, aunque no ahondó en más detalles.