La planta de Tesla en Nuevo León, anunciada en marzo del año pasado, ha sido un tema de especulación constante. Aunque se esperaba que la construcción de la planta trajera un aumento en la demanda de autopartes, los proveedores locales aún no han visto cambios significativos en sus operaciones.
Los pedidos actuales provienen principalmente de la fábrica de Tesla en Austin, Texas, y no han registrado nuevas inversiones específicas para la planta mexicana.
Manuel Montoya, director del Clúster Automotriz de Nuevo León, explica que “nosotros seguimos trabajando con todo lo que ya tenemos. De hecho, con el mismo Tesla hemos crecido mucho, porque aquí suministramos muchas partes para la planta de Austin. Hay como unos 60 proveedores ya establecidos, proveedores que además le compran a nuestros proveedores locales, entonces esa parte de la cadena ya está bastante consolidada.”
La posibilidad de aranceles bajo una presidencia de Trump podría representar un desafío para la planta de Nuevo León, pero Montoya asegura que la situación actual no ha tenido un impacto tangible en los proveedores locales.
"Es cierto que en temporada de elecciones se esperan los resultados para tomar decisiones, y eso también pasa aquí, pero en realidad esto no nos afecta porque no ha habido nada… Si llega la inversión de Tesla estaría muy bien, pero de cualquier manera ya estamos trabajando para ellos en temas de electromovilidad,” afirma.
La construcción de la planta de Tesla en la producción de autopartes podría haber representado un incremento del 7% en la producción, según datos de la Industria Nacional de Autopartes. Sin embargo, Montoya aclara que cualquier cambio en el proyecto no afectaría la producción actual debido a la falta de pedidos y nuevas fábricas específicamente dirigidas a esa planta.
"Mientras no se concrete la inversión pues toda la cadena está a la expectativa, pero como todavía no empieza nada, pues no nos afecta en nada,” subraya.
De enero a abril de este año, el valor de la producción de autopartes en Nuevo León alcanzó los 5,374 millones de dólares, situándolo como el tercer estado con la mayor producción en el país.
Algunos de los fabricantes instalados en la entidad –como anemia o Bosch hoy están concentrando sus esfuerzos en vehículos híbridos, los cuales están ganando terreno frente a los eléctricos.
“No es un tema de emociones, es un tema de negocios,” dijo Montoya. “Entonces la cadena de valor va a estar trabajando para lo que se está vendiendo. Hoy se venden coches a gasolina, un poco más de híbridos, pues vamos a estar en eso”, concluyó.