En Tenuta Bricchi, un complejo hotelero en las colinas del Piamonte, el representante de la compañía chocolatera comentó que no le preocupa lo que un gobierno desea en general, sino cómo se llevarán a cabo esas intenciones.
“A mí no me preocupa lo que quiera un gobierno. La ayuda social que el gobierno ha dado también ha empujado a que haya mayor consumo y esto impacta [positivamente] a la industria. ¿Es la forma correcta o hay formas mejores? Siempre hay formas mejores”, detalla.
Sin embargo, reconoce que hay dos temas que sí son de preocupación.
“El primero no es el qué cosa sino el cómo. Yo espero que este nuevo gobierno tenga efectivamente, como está declarando, la intención de hacer las cosas en conjunto. Sumar esfuerzos de la parte de gobierno, con los empresarios, la sociedad, las universidades, para que tengamos un México mejor. Este es el cómo", dice Cornero.
“La ruptura nunca es buena, ni para un lado ni para el otro. Hay que concientizar a la industria que no puede solo ser caníbal, pero también hay que concientizar al gobierno que no puede hacerlo sin la industria o sin la sociedad. Ir de la mano es la forma mejor”, añade mientras da un sorbo a su taza de café.
La reunión con este medio de comunicación se da en medio de una visita por la planta de Ferrero en compañía de periodistas mexicanos y mientras se aprobaba la reforma al Poder Judicial en el Senado y en congresos locales.
Destaca que la segunda preocupación que tiene son las reglas claras y seguras, sobre todo porque no cambien a cada momento.
“Pueden gustar o pueden no gustar, podemos estar de acuerdo y podemos no estar de acuerdo, pero se discute, se negocia, se arregla y se ve cómo se pueden hacer para finalmente llegar a compromisos.
Lo importante es que sean reglas seguras, que sean aplicadas con criterio y que no cambien a cada rato, porque uno se va organizando con base en esas reglas
Paolo Cornero, CEO y director general de Ferrero en México
Explica que la certeza jurídica es clave, porque no se pueden invertir centenas o miles de millones de dólares y que después, “de repente, te digan, sabes qué, siempre no, nos equivocamos y vamos a cambiar. No, no podemos cambiar a cada rato de opinión, porque eso sería un cortocircuito”.
Pese al ambiente de incertidumbre que hay por la nueva administración y la aplicación de las reformas, el directivo italiano dijo que por los temas que el gobierno ha declarado y “las pocas juntas que hemos tenido con ellos”, confía en que las cosas irán bien.