De acuerdo al reporte, los agresores dieron la "instrucción" a los trabajadores de "regresar por donde vinieron indicando que no van a trabajar el área".
En otro incidente a mediados de septiembre, personal de Pemex quedó expuesto al fuego cruzado por un enfrentamiento entre "gente del crimen organizado", según información interna de la petrolera, en la zona productora conocida como Viboritas. El reporte señala que los trabajadores se resguardaron en comunidades aledañas.
Un tercer reporte indica que unos días antes a este suceso, el acceso principal a una estación de recolección y compresión de gas en la zona denominada Culebra estaba bloqueado por "artefactos". Los trabajadores de Pemex tuvieron que protegerse en poblados cercanos.
Crimen organizado
La zona involucrada está dentro de un triángulo que forman las ciudades de Nuevo Laredo y Reynosa, en Tamaulipas, y Monterrey, capital de Nuevo León, de tráfico y paso de migrantes, drogas, armas y cobro de derecho de piso por parte de bandas criminales.
Los reportes de Pemex señalan que se solicitó apoyo de personal de seguridad física de la empresa y de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en al menos dos ocasiones para "el control de la situación".
Pemex no respondió a una solicitud sobre lo dicho en los reportes y la Sedena dijo que "no tenía información" sobre lo sucedido.
Las tres zonas involucradas, todas aledañas, contribuyen en una pequeña parte a la producción de gas de Pemex, que es muy deficitaria respecto a las necesidades del país.
Según los reportes, los incidentes significaron un diferimiento de la producción de menos de 1.0 millón de pies cúbicos al día (mmcpd) de gas. Las tres zonas produjeron en conjunto en agosto alrededor de 56 mmpcd de gas natural, de acuerdo a datos oficiales.
En la zona operan varios grupos del crimen organizado enfrentados entre sí, como el Cártel del Golfo y el Cártel del Noreste, aunque también involucra a asociaciones más pequeñas como Los Metros, Los Panteras y Los Rojos.