Diana Olivares, presidenta de la Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero), subraya que el desarrollo del SAF en México enfrenta desafíos. “Las acciones hacia el SAF vienen de aerolíneas, fabricantes de aviones y organismos. Sin embargo, en México, estamos retrasados y necesitamos una mayor coordinación entre la iniciativa privada y el gobierno”, dice.
El actual panorama en el país muestra una carencia de infraestructura para la biorrefinación necesaria para producir SAF. Las refinerías del país están orientadas a combustibles fósiles, lo que complica el desarrollo local de SAF. Olivares destaca que “la biorrefinería más cercana está en Paraguay. Necesitamos biorrefinerías y una transición energética robusta, para lo cual esperamos colaboración de la nueva administración”.
Mientras que Europa ha adoptado políticas que fomentan la producción de SAF, Estados Unidos ha implementado incentivos que parecen ser más efectivos para impulsar la producción. Olivares enfatiza la necesidad de priorizar el SAF en México. “Tenemos recursos naturales para producir biocombustibles y debemos enfocarnos en esto para alcanzar nuestras metas de descarbonización”.
En respuesta a estos desafíos, México ha desarrollado algunas iniciativas. En noviembre de 2022, se lanzó un concurso durante la Feria Aeroespacial México para acelerar el desarrollo del SAF, en colaboración con la Canaero, Aeropuertos y Servicios Auxiliares, y otras entidades. Sin embargo, expertos como Julio Zugasti, asociado senior de Hogan Lovells, sostienen que la participación gubernamental es crucial. “El sector privado solo no puede abordar esta tarea. Se necesitan apoyos y estímulos federales para detonar un programa a gran escala que beneficiaría al país entero. La coordinación entre los distintos actores de la industria es esencial”, comenta.
A pesar de que el litio para autos eléctricos ha ganado protagonismo en la administración actual, el SAF sigue siendo un área crítica para la descarbonización de la aviación. A nivel global, la IATA prevé que, para 2030, habrá 140 proyectos capaces de producir SAF, con una capacidad total de 51 millones de toneladas.