Un proyecto de desarrollo local
Sheinbaum enfatizó la importancia de que el Olinia esté compuesto por componentes producidos en México, aprovechando la capacidad industrial local en sectores como el de motores eléctricos, donde ya operan empresas mexicanas. “La idea es usar estas empresas con la inventiva mexicana de investigadores e investigadoras, juntarlas para poder el ensamble de este auto eléctrico… Que eso genere cadenas productivas, que generen empleos y otras posibilidades. Ya hay un prototipo, hay varios, y si nos aguantan ya los presentaremos”, declaró.
El plan de desarrollo incluye la creación de redes de proveedores nacionales que abarquen la producción de motores, baterías y otros componentes. Además, el gobierno busca fomentar la fabricación de materiales clave para vehículos eléctricos, como el cobre, que es indispensable para la conducción eléctrica y se requiere en tres veces la cantidad que se utiliza en vehículos de combustión.
El Olinia no solo dependerá de la industria automotriz mexicana, sino también de la capacidad de extraer y procesar minerales como el litio y el cobre, elementos esenciales en la producción de vehículos eléctricos. No obstante, México enfrenta dificultades en la extracción de litio debido a que este mineral se encuentra en arcillas, una forma de yacimiento que no se explota ampliamente en el continente.
La presidenta Sheinbaum subrayó que el país ha desarrollado tecnología para la extracción de litio a través del Instituto Mexicano del Petróleo y el Conahcyt, aunque el proceso aún no es económicamente viable. “Ya existe la tecnología, pero no solo es que exista la tecnología, sino que cuánto cuesta extraer el litio con esa tecnología y extraerlo,” explicó.
Con esta iniciativa, el gobierno busca ofrecer una opción de movilidad eléctrica que sea asequible para un segmento amplio de la población mexicana.
Alternativa accesible a Tesla
El enfoque en un automóvil económico se contrapone a la imagen de lujo y alto costo que caracteriza a Tesla, cuyo acceso está restringido a consumidores con mayor poder adquisitivo. Por ejemplo, el Tesla Model 3, el más económico de la marca, tiene un precio inicial de alrededor de 749,900 pesos. Otros modelos, como el Model Y, que se considera un SUV, superan fácilmente el millón de pesos, manteniéndose fuera del alcance de muchos consumidores mexicanos, especialmente en un país donde el promedio de ingresos limita el acceso a vehículos de lujo.
En contraste, los vehículos eléctricos chinos, como el BYD Dolphin Mini y el JAC e10x, están diseñados para ser más asequibles. El BYD Dolphin Mini tiene un precio estimado de alrededor de 358,800 pesos, mientras que el JAC E10X, otro modelo compacto y urbano, se ofrece por aproximadamente 357,000 pesos.
El Olinia se plantea como una alternativa para los usuarios de motocicletas y otros vehículos de bajo costo, ofreciendo un producto local que pretende democratizar el acceso a la movilidad eléctrica.
La apuesta de Sheinbaum por el desarrollo de un vehículo eléctrico nacional representa un esfuerzo por consolidar a México como un actor clave en el ámbito de la electromovilidad y la sostenibilidad. Sin embargo, el éxito del Olinia dependerá de la capacidad de México para superar los desafíos tecnológicos y financieros asociados con la extracción de litio y la producción de componentes esenciales, así como de su competitividad frente a las marcas extranjeras ya consolidadas en el mercado.