SHEIN, el marketplace asiático que llegó a México en 2018, ha captado la atención de millones de consumidoras gracias a su oferta de prendas a precios muy bajos. Sin embargo, en los últimos meses, la plataforma ha comenzado a incluir el desglose de impuestos aduanales en sus pedidos, lo que ha generado confusión entre las usuarias. Además, ahora se solicita que las compradoras proporcionen datos personales como su CURP y RFC.
Aunque la empresa asegura que el cobro de estos impuestos se realiza conforme a la Ley, la medida podría afectar uno de los principales atractivos de SHEIN: los precios accesibles de sus productos.
“SHEIN cobra los impuestos aduanales conforme a la Ley”, afirmó Patrick Lassauzet, director de comunicación corporativa de la compañía, en un reciente evento. Explicó que este cobro no es una tarifa impuesta por la plataforma, sino el impuesto que las consumidoras mexicanas deben pagar por importar productos. “Esto es solo un desglose de lo que están pagando, y de esta retención se entera el gobierno”, puntualizó.
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El impacto del ‘de minimis’ y el T-MEC en SHEIN
El esquema fiscal que SHEIN ha aprovechado en los últimos años está relacionado con el concepto de de minimis, una disposición contemplada en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Este régimen permite que los productos importados con un valor inferior a 50 dólares estén exentos del pago de aranceles, del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y de cumplir con las Normas Oficiales Mexicanas (NOM).
Gracias a esta normativa, las plataformas asiáticas como SHEIN han podido ofrecer productos a precios muy bajos, eludiendo, en algunos casos, los gravámenes que enfrentan los distribuidores tradicionales. No obstante, esta ventaja fiscal ha sido objeto de crítica por parte de diversas cámaras empresariales, que acusan a SHEIN y otros marketplaces de aprovecharse del de minimis para obtener beneficios fiscales y competir de manera desleal.
“SHEIN es una empresa que paga todos los impuestos conforme a la ley y se acata a las normativas, ya sea de impuestos, aduanas o cualquier regulación”, respondió Lassauzet ante estos señalamientos.
Sin embargo, el debate continúa, y algunos expertos sugieren que el acuerdo del T-MEC podría revisarse en 2026, lo que abriría la puerta a ajustes en el esquema de de minimis y los aranceles aplicables a las mercancías de comercio electrónico.
Usuarias de SHEIN reportan el cobro de impuestos por arancel en sus compras en la plataforma.(Expansión. )
¿Una estrategia ‘Made in México’?
En paralelo, SHEIN ha manifestado interés en establecer alianzas con fabricantes locales. En junio de 2023, Marcelo Claure, presidente de SHEIN Latinoamérica, anunció la posibilidad de integrar a fabricantes mexicanos a su red global de proveedores, destacando la competitividad de la industria textil mexicana. El objetivo a largo plazo sería utilizar a México como un centro de manufactura y distribución para América Latina y otros mercados internacionales.
Patrick Lassauzet detalló que la empresa sigue evaluando esta opción, pero que se enfrenta al desafío de encontrar fabricantes que puedan adaptarse a su modelo de producción on demand, es decir, basado en la demanda de las consumidoras. “No se trata solo de llegar y ya, tenemos que encontrar qué jugadores pueden trabajar en el modelo de negocio, con las expectativas que tenemos de calidad de diseño, etcétera. Seguimos en evaluación”, comentó Lassauzet.
Actualmente, SHEIN opera bajo tres esquemas de manufactura: en uno, la compañía busca a los fabricantes; en otro, los fabricantes proponen productos específicos a la plataforma, y en el tercero, los fabricantes venden sus productos directamente en el marketplace. La mayoría de las fábricas que abastecen a la compañía están ubicadas en Asia, Turquía y Brasil.
A pesar de los retos regulatorios y logísticos, SHEIN continúa siendo muy popular en México. “Hemos tenido una respuesta muy favorable del consumidor mexicano, que sigue consumiendo la marca porque le gusta mucho”, concluyó Lassauzet. Sin embargo, el futuro de la compañía en el país podría depender en gran medida de cómo evolucione el panorama fiscal y comercial en los próximos años.
