El consorcio que explotará Pemex está formado por Petróleos Mexicanos, Harbour Energy, Talos Energy y Carso.
“Si algo podemos decir es que ya estamos seguros de que la producción de Zama no llegará el año próximo. En un plan optimista podríamos ver los primeros barriles en 2026”, dijo una de las fuentes que habló bajo condición de anonimato.
Otra fuente se limitó a comentar que “es muy difícil que la producción llegue en el tiempo estimado”. El plan inicial marcaba diciembre del año próximo como la fecha probable y que la producción máxima llegaría en 2029. Esto último supone una producción de 180,000 barriles y de 70 millones de pies cúbicos diarios de gas.
Las estimaciones de Pemex y sus socios indican que todos en conjunto deberán invertir alrededor de 4,500 millones de dólares para desarrollar el activo, según un documento de la Comisión Nacional de Hidrocarburos. Pero la cifra exacta aún no ha sido fijada. Una de las fuentes dijo que las compañías están considerando un presupuesto mayor, que superaría los 5,000 millones de dólares.
Según lo declarado públicamente, las inversiones se realizarán con base en el porcentaje que cada una de las petroleras posee del campo. Pemex es la que más participación tiene, con más del 50.4%, seguida de Harbour Energy con el 32% —que adquirió hace poco a Wintershall Dea—, Talos Energy y Carso, que ha sido la última empresa que se ha adherido al proyecto.
Pero los analistas dudan de la capacidad de Pemex para hacerse cargo de la inversión. La nueva administración de la petrolera ha decidido recortar en más de 1,000 millones de dólares el presupuesto de inversión en exploración y producción y hasta ahora no ha incluido a Zama en ninguno de sus presupuestos. “El tema es el dinero. Vamos a ver cuánto está incluido en el presupuesto de Pemex para 2025 cuando supuestamente esté publicado el 15 de noviembre. Pero la expectativa para en general es más recortes”, dice John Padilla de la consultora IPD Latinoamérica.
Incluso los analistas y las consultoras desconfían que la producción del campo llegue en algún momento del 2026. Los especialistas dudan de la decisión final de inversión, los acuerdos que hay entre los socios —después de la turbulencia al inicio para la designación de Pemex como el operador— e incluso de la ejecución del proyecto. La consultora Welligence, por ejemplo, tiene como escenario que Zama iniciará producción hasta 2027.
La importancia del campo radica en el punto máximo de producción que podría alcanzar el activo, que se estima en 180,000 barriles diarios, equivalente al 10% de la cifra de producción que se ha planteado como objetivo la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum.