Uno de los temas críticos para los participantes es la estructura de precios y la regulación sobre el “porteo”, es decir, los costos de transmisión de energía. La industria privada ha propuesto eliminar el precio del porteo para facilitar la integración de proyectos renovables a la red, lo cual reduciría costos y aumentaría la competitividad del sector.
Según representantes del sector consultadas, este cambio sería fundamental para incrementar la capacidad instalada de energías renovables en el país, que actualmente ronda el 6%, y duplicarla en el corto plazo.
La importancia del almacenamiento y la transmisión de energía
La capacidad de almacenamiento se ha vuelto un tema central en la estrategia de desarrollo de energías renovables. Según el plan preliminar, los nuevos proyectos de generación deben incluir un sistema de almacenamiento equivalente a un 30% de su capacidad instalada, para asegurar la confiabilidad del suministro. Sin embargo, este requerimiento plantea desafíos financieros para los desarrolladores.
“El almacenamiento incrementa significativamente el costo de los proyectos", Ileana Araceli Juárez, Gerente Técnico en Sempra Infraestructura, quien detalló que esta tecnología puede elevar los costos de un proyecto eólico entre un 20% y 30%.
Además, se estima que el desarrollo de una infraestructura adecuada de transmisión podría requerir una inversión adicional de hasta 20,000 millones de dólares para 2030. “Sin transmisión, no hay transición”, afirmaron varios representantes de la industria, aludiendo a la necesidad de contar con una red robusta que permita integrar de forma eficiente la generación renovable.
Alcanzar la meta: una tarea compartida
La meta propuesta de generar el 45% de la electricidad con energías renovables para 2030 es ambiciosa. Según estimaciones de la Agencia de Energía de Estados Unidos, México podría alcanzar apenas un 26% si no se incrementan las inversiones y regulaciones para el sector. Esto contrasta con países como Costa Rica, que genera más del 95% de su electricidad con fuentes renovables, y evidencia la rezagada posición de México.
Esta baja proporción de energías limpias contrasta con el contexto de una creciente demanda de electricidad impulsada por el auge del nearshoring, que atrae cada vez más industrias al país. En 2023, la demanda pico de energía en México creció un 9% en comparación con el año anterior, una muestra de la presión que esta tendencia ejerce sobre la infraestructura energética.
Para hacer frente a este reto, el Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional (Prodesen) busca duplicar la capacidad instalada de energía renovable, alcanzando alrededor de 15 gigavatios en 2030.
Los beneficios de este crecimiento incluyen un aumento significativo en empleos verdes. Se calcula que solo en la etapa de construcción de estos proyectos podrían generarse hasta 150,000 empleos, mientras que la operación de los parques crearía otros 40,000. “Son empleos bien pagados y justos, alineados con normas internacionales y derechos laborales", detalló Juárez.