No obstante, las materias primas para fabricar combustibles a partir de desechos, como aceites de cocina usados y residuos agrícolas, siguen siendo escasas y son significativamente más caras que los combustibles tradicionales.
La aerolínea mexicana ha aprovechado los acuerdos de suministro de SAF de la aerolínea estadounidense Delta, dijo un ejecutivo de Aeroméxico a los periodistas, capitalizando así una asociación de años.
Aeroméxico también recurre a los llamados acuerdos "book-and-claim", según Karen Farias, responsable de asuntos medioambientales, sociales y de gobernanza de la compañía. Esto permite a las aerolíneas compensar las emisiones comprando créditos procedentes del uso de SAF por parte de otras compañías.
La caña de azúcar abunda y podría ser una opción para producir SAF en México y Paraguay, dijo Diana Olivares, responsable de LATAM Airlines en México, en un acto organizado por ProChile.
Actualmente se está construyendo una planta de SAF en Paraguay que utilizará aceites de cocina y aceite de soja. Tanto LATAM como Aeroméxico están implementando programas de inteligencia artificial para monitorear y hacer más eficiente el uso de combustible, dijeron los ejecutivos de las aerolíneas.
"Las aerolíneas tienen mala fama por ser realmente contaminantes", dijo Olivares, "pero es algo en lo que estamos trabajando muy duro". "No podemos limitarnos a decir: 'Bueno, esto es difícil', porque nos vamos a quedar atrás", afirmó Farias.
Las cifras
La aviación es responsable de alrededor del 2% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero, según datos compartidos por Aeroméxico.
Cambiar el combustible tradicional por SAF representa "alrededor del 60% de la solución" para reducir las emisiones de las aerolíneas, dijo Olivares.