Luis Miguel Labardini, especialista en energía, advierte que “la inversión destinada a Pemex no será suficiente para sostener los niveles de producción actuales, lo que pone en riesgo la estabilidad del sector energético del país”.
La Secretaría de Energía ha propuesto un plan de inversiones mixtas que permitiría la participación minoritaria del sector privado en las áreas de Exploración y Producción. Este enfoque busca diversificar las fuentes de capital y asegurar la continuidad de las operaciones de la empresa estatal. Sin embargo, como señala Lambardini, “la falta de claridad sobre los detalles del plan genera incertidumbre sobre su efectividad”.
Apoyo gubernamental
El proyecto también incluye una transferencia de 136,000 millones de pesos (equivalentes a 6,688 millones de dólares) a Pemex en 2025, con el objetivo de que la estatal pueda cumplir con sus compromisos de deuda de mercado y créditos bancarios, según el proyecto de presupuesto.
La petrolera, que arrastra pasivos financieros de 97,300 millones de dólares, enfrenta el próximo año pagos por casi 9,000 millones de dólares en bonos. Esta carga financiera, combinada con su dependencia de transferencias gubernamentales y estímulos fiscales, ha mantenido a Pemex en el foco de las calificadoras de riesgo, que señalan su frágil situación financiera.
La dependencia de Pemex del apoyo gubernamental no es nueva. Durante el sexenio anterior, la empresa recibió múltiples inyecciones de capital que sumaron decenas de miles de millones de dólares. Estas se destinaron a reducir deuda, construir la refinería de Dos Bocas, que aún opera a capacidad limitada, y aumentar la producción de hidrocarburos, con el objetivo final de alcanzar la autosuficiencia energética. Sin embargo, estos objetivos han quedado lejos de cumplirse.
Impacto en la calificación crediticia
La situación financiera de Pemex plantea desafíos significativos para el gobierno. Las calificadoras de riesgo han señalado que la dependencia de la estatal de fondos públicos sigue siendo un factor crítico que afecta tanto a la confianza en la empresa como en el país. Además, la deuda de Pemex, la mayor entre todas las petroleras a nivel global, continúa presionando las finanzas públicas, lo que podría generar implicaciones para la calificación soberana de México.
El presupuesto, que ahora deberá ser discutido y votado por el Congreso, será crucial para definir el futuro inmediato de Pemex. Mientras tanto, los analistas advierten que, aunque el respaldo financiero del gobierno asegura a corto plazo el cumplimiento de las obligaciones de la petrolera, los problemas estructurales de la empresa, como su alta carga tributaria y falta de rentabilidad, requieren soluciones más profundas para garantizar su sostenibilidad a largo plazo.
Labardini destaca la necesidad de “mantener una disciplina financiera rigurosa y de implementar medidas firmes contra la corrupción”, aspectos fundamentales para garantizar el éxito del plan y la viabilidad a largo plazo de Pemex en un entorno económico desafiante.
Con información de Reuters.