Aranceles y el juego político
Las cifras de producción de Tesla reflejan su liderazgo en el mercado. Durante el tercer trimestre del año pasado –el último dato disponible–, la compañía registró un récord de 469,969 vehículos fabricados.
A diferencia de otras automotrices, Tesla ha logrado consolidar una economía de escala que le permite competir sin depender de subsidios gubernamentales. Esto, combinado con su posicionamiento como líder en el sector y su red de estaciones de carga, fortalece su capacidad para captar consumidores, incluso en un entorno menos favorable.
Aunque la eliminación de subsidios a los vehículos eléctricos, impulsada por Trump, podría afectar a muchas marcas, Tesla parece estar en una posición estratégica para superar este desafío, gracias a su escala operativa, reconocimiento de marca y un mercado que ya entiende y valora su tecnología.
“La eliminación de subsidios afectará especialmente a las marcas que aún dependen de estos apoyos para ofrecer precios competitivos. Tesla, en cambio, ha logrado consolidar su posición gracias a su modelo de negocio y al reconocimiento que tiene en el mercado”, explicó Martha Aida Cantú, experta en imagen pública, en entrevista con Expansión.
En su último reporte financiero, Tesla destacó su compromiso de ampliar su línea de productos, con planes de lanzar vehículos más asequibles en 2025. Esto apunta a una estrategia que busca mantener su competitividad sin depender de incentivos externos.
Las políticas comerciales de Trump también podrían beneficiar a Tesla. Los vehículos chinos enfrentan actualmente un arancel del 100%, y la administración evalúa duplicarlo al 200%. Esto podría encarecer aún más los modelos de competidores asiáticos, mientras que los vehículos Tesla ensamblados en Texas, exentos de estos aranceles, mantendrían su competitividad.
Por otro lado, fabricantes estadounidenses como Ford, GM y Stellantis, que producen modelos eléctricos en México, podrían enfrentar presiones adicionales si se reducen las ventajas arancelarias del T-MEC. Esto posicionaría a Tesla como un actor dominante en el mercado local.
La relación Musk-Trump: ¿Ventaja o riesgo?
El vínculo cercano entre Musk y Trump ha sido evidente, especialmente con la presencia del CEO de Tesla en la investidura presidencial. Cantú señaló que esta relación podría interpretarse como una estrategia de Musk para asegurar condiciones favorables para sus negocios.
Sin embargo, esta asociación también plantea riesgos. El nombramiento de Elon Musk como encargado del Departamento de Eficiencia Gubernamental bajo la administración de Donald Trump podría tener repercusiones importantes para Tesla, especialmente si grupos afectados por las medidas de la dependencia deciden canalizar su descontento hacia la automotriz. Minorías, burócratas y otros sectores vulnerables que sientan el impacto negativo de las decisiones gubernamentales podrían convertir a Tesla en el blanco de boicots, dada su fuerte asociación con Musk y su proximidad a la política de Trump.
“Con la relación tan cercana entre Musk y Trump, es complicado no relacionar a Tesla con el mandatario estadounidense”, señaló Martha Aida Cantú en entrevista con Expansión. Este vínculo podría desdibujar la imagen que Tesla ha construido como promotora de la sostenibilidad y convertirla en un símbolo de las políticas más polarizantes de la administración actual.
Cantú también destacó cómo la asociación de Musk con figuras polarizantes podría amplificar los riesgos para Tesla. “Las personas podrían pensar que ahora Tesla representa esa ideología, y quizás no estén de acuerdo. Esa es la voz pública, y habría que ver cómo se mueve en el corto plazo en cuanto a preferencias de compra”, agregó. En este sentido, un boicot no solo impactaría en las ventas, sino que también podría presionar a socios estratégicos, proveedores y actores financieros relacionados con la compañía, afectando su operación y crecimiento en el mediano plazo.
Musk y sus prioridades
La creciente participación de Musk en la política, incluido su reciente nombramiento como encargado del Departamento de Eficiencia Gubernamental, genera dudas sobre su compromiso con Tesla. Algunos analistas temen que Musk esté más enfocado en proyectos como la exploración espacial con SpaceX, lo que podría desviar atención y recursos de la automotriz.
“La prioridad de Musk parece estar más en SpaceX que en Tesla. Aunque los incentivos para vehículos eléctricos desaparezcan, Musk podría estar más interesado en asegurarse de que SpaceX avance hacia la colonización de Marte, una agenda que comparte con Trump”, señaló Juan Francisco Torres Landa, socio de Hogan Lovells, en entrevista con Expansión.