El impacto ya se refleja en las exportaciones. La Cervecería Allende, que produce alrededor de 5,000 hectolitros anuales, destina cerca del 15% de su producción al mercado estadounidense. Pero desde noviembre de 2024, los volúmenes han disminuido debido a la cautela de distribuidores y compradores. “Los compradores no quieren hacer órdenes grandes, quieren esperar”, añade Moncada.
El reto para las cerveceras no es solo comercial, sino también logístico. La incertidumbre sobre los ajustes en las políticas comerciales hace difícil planificar a largo plazo. Según Moncada, el problema radica en “no saber cuáles productos serán afectados por los aranceles ni por cuánto tiempo”.
En 2020, cerca de 20 marcas mexicanas exportaron un total de 20,366 hectolitros a Estados Unidos, según datos de la entonces Asociación de Cerveceros Artesanales de México (Acermex). Desde entonces, el sector ha mostrado una recuperación sostenida. En 2024, alcanzó un valor de 125,600 millones de dólares, y se proyecta un crecimiento anual compuesto de 7.1% entre 2025 y 2034, según Expert Market Research. Sin embargo, las nuevas tensiones comerciales podrían alterar este ritmo.
Otro desafío clave es el precio. La imposición de aranceles encarecería las cervezas artesanales mexicanas frente a la competencia local. Esto podría restringir el mercado a un nicho más pequeño. “El mercado se va a volver más de nicho, con cervezas todavía más caras”, afirma Moncada, quien ve difícil replicar en otro país el alcance que ofrece Estados Unidos.
A la espera de "ver lo que pasa"
Las cerveceras han tenido que superar barreras significativas para entrar al mercado estadounidense, como los requisitos de vida en anaquel y trámites aduaneros. Sin embargo, las políticas comerciales de la administración de Donald Trump, reelegido en 2024, han añadido una capa de complejidad. Empresas como Rrëy y Cerveza Fauna ya han enfrentado costos más altos para mantener su presencia en Estados Unidos.
La apuesta por mercados alternativos, como Europa o Asia, también tiene limitaciones. Aunque Cervecería Allende exporta a España, Alemania y Japón, Moncada subraya que “ningún país es tan fuerte en la cantidad de consumo de cerveza como Estados Unidos, que además es más cercano a nosotros, no solo geográficamente, sino por la cultura y la cantidad de mexicanos que viven allí”.
Por ahora, la falta de claridad sobre los ajustes comerciales mantiene al sector en una posición de espera. Según Moncada, “lo vemos con cautela y estamos esperando a ver qué es lo que pasa”. Este sentimiento es compartido por otras cerveceras independientes que intentan fortalecer su presencia en tiendas especializadas, bares y autoservicios en Estados Unidos.
El mercado de cerveza artesanal en Estados Unidos sigue siendo una apuesta atractiva, pero las tensiones políticas y económicas complican el panorama. La incertidumbre sobre el T-MEC podría ser un factor decisivo en la estrategia de las cerveceras mexicanas. En palabras de Moncada, “los distribuidores están evaluando sus pasos, y eso nos limita avanzar en la expansión”.