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Aranceles al acero afectan más a la industria automotriz en EU que en México

Las automotrices en EU enfrentarán mayores costos por su dependencia del acero y aluminio importado. En México, sin embargo, las empresas no anticipan un impacto inmediato.
mié 12 febrero 2025 07:41 AM
EU contra sus propias fábricas: la medida que pone en aprietos a la industria automotriz estadounidense
El pronóstico es que el valor de la producción de autopartes en México alcanzó 122,890 millones de dólares en 2024.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó el lunes órdenes ejecutivas para imponer aranceles del 25% a las importaciones de acero y aluminio, argumentando que estos productos “amenazan con alterar la seguridad nacional”. La medida entrará en vigor el 12 de marzo de 2025 y representa un desafío para la industria automotriz estadounidense, que depende en gran medida de estos insumos. En México, sin embargo, las empresas no anticipan un impacto inmediato, aunque mantienen la cautela ante posibles repercusiones en el comercio bilateral.

La estructura de costos de las automotrices en Estados Unidos se verá afectada debido a su alta dependencia del acero y aluminio importado, necesario para producir tanto los componentes como la carrocería de los vehículos. Según datos de Ternium, el acero representa entre un 70% y 80% de un vehículo.

“El impacto del arancel al aluminio y acero afectaría principalmente a la industria automotriz que es usuaria de este tipo de importaciones y elevaría los costos de producción e impactaría de forma puntual en los autos nuevos fabricados en Estados Unidos”, sostuvo Gabriel Padilla, director general de la Industria Nacional de Autopartes (INA).

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Un encarecimiento de estos insumos podría reducir los márgenes de ganancia de las armadoras y afectar su competitividad frente a otros mercados. “El 25% de aranceles difícilmente puede ser absorbido por la planta manufacturera de ese país”, añadió Padilla.

En contraste, la industria automotriz mexicana no anticipa efectos inmediatos de los aranceles, ya que una parte significativa de la manufactura de autopartes y vehículos en el país se realiza con insumos nacionales, además de que México no ha anunciado aranceles espejo para el acero y aluminio importado de Estados Unidos. “En los procesos que se realizan en México en manufactura de partes y componentes, que son intensivos en el uso de acero y aluminio, no tendría un impacto directo el arancel”, explicó Padilla.

Una amenaza latente

La mayor preocupación para la industria establecida en México radica en la posibilidad de que Estados Unidos amplíe los aranceles a las autopartes y vehículos. De concretarse un gravamen del 25% a los automóviles, autopartes e insumos provenientes de México, la INA estima que la industria manufacturera automotriz podría enfrentar una contracción de hasta 1.5% del PIB sectorial.

El sector automotriz es un pilar clave de la economía mexicana, pues aporta el 21.7% del PIB manufacturero y el 4.7% del PIB nacional, de acuerdo con datos del Inegi. Un freno en la producción y exportación de automóviles y autopartes no solo impactaría a las armadoras, sino a toda la cadena de suministro, afectando el empleo y la inversión en el país.

México depende en gran medida de Estados Unidos como mercado para sus autopartes, ya que el 87% de las exportaciones del sector tienen como destino ese país, según cifras de la INA y S&P Global. Si los aranceles se concretan, las empresas mexicanas enfrentarán un encarecimiento de sus productos, lo que podría reducir la competitividad frente a otros proveedores globales.

Además, este escenario también afectaría a las plantas ensambladoras en Estados Unidos, que dependen de los insumos mexicanos. “Un aumento en los costos de producción podría reducir los márgenes de ganancia de los fabricantes y trasladarse al consumidor final en forma de precios más altos”, advirtió Alberto Padilla, representante de la INA.

Ante el riesgo de aranceles de hasta 25% sobre importaciones de México y Canadá, el CEO de Ford Motor, Jim Farley, dijo que la compañía está evaluando la acumulación de inventario como medida preventiva para garantizar el abasto de vehículos y autopartes.

Riesgo para el nearshoring

En los últimos años, México ha sido uno de los principales beneficiarios del fenómeno del nearshoring, atrayendo inversiones en manufactura debido a su proximidad con Estados Unidos y su integración en el T-MEC. Sin embargo, la imposición de aranceles podría frenar este impulso y llevar a algunas empresas a reconsiderar sus planes de expansión en el país.

“La incertidumbre es el peor enemigo de la inversión. Si se concretan estos aranceles, podríamos ver una desaceleración en el crecimiento del sector y una menor atracción de nuevos proyectos industriales”, señaló Padilla.

Por ahora, la suspensión de los aranceles por 30 días ha dado un respiro a la industria, permitiendo continuar con las negociaciones. “Esta pausa nos da un respiro y fue una negociación en la que reconocemos el esfuerzo del gobierno federal”, indicó Padilla.

La INA ha intensificado el diálogo con el Gobierno Federal y sus contrapartes en Estados Unidos y Canadá. “Próximamente en Washington estaremos realizando reuniones con las principales organizaciones de manufactura para analizar los impactos en las cadenas de suministro, costos de producción y pérdidas de empleo”, detalló.

A pesar de la incertidumbre, la INA prevé que la producción de autopartes en México alcance un valor de 122,890 millones de dólares en 2024, lo que representaría un crecimiento anual del 2.1%. No obstante, el futuro del sector dependerá del desenlace de las negociaciones y de la postura que adopte la administración de Estados Unidos en los próximos meses.

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