Balizar cada camión costará alrededor de 1,500 pesos, según cálculos de Canacar. Si bien la cifra puede parecer menor en términos individuales, representará un impacto para las empresas con flotas grandes. “Si tienes diez camiones, son 15,000 pesos. Pero si tienes 100, el costo ya es de 150,000. Y lo más grave es que no estamos invirtiendo en seguridad real, sino en una medida administrativa”, señaló Miguel Ángel Martínez Millán, presidente de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar).
El problema no es solo económico, sino operativo. El proceso implicará detener las unidades para su rotulación, lo que interrumpirá las operaciones logísticas y afectará los tiempos de entrega. “Si tienes camiones en distintos puntos del país, la logística para llevarlos a balizar será compleja. No es tan simple como ir a una oficina a hacer un trámite”, añadió.
Vacíos legales y complicaciones para el comercio internacional
Uno de los mayores temores del sector es que la falta de obligatoriedad en el balizado genere un vacío legal que dé pie a interpretaciones arbitrarias por parte de las autoridades. Aunque la disposición se publicó en el Diario Oficial de la Federación, no se establecieron sanciones específicas para quienes no la cumplan.
“Te dicen que es voluntario, pero lo publicaron en el reglamento, lo que lo hace vinculante. No hay multas, pero si un policía te detiene y considera que debes cumplir con la norma, ¿qué pasa?”, advirtió Fernando Noriega, director general en México de Idealease.
La regulación también presentó inconsistencias en su aplicación. El balizado es obligatorio para unidades con placas de servicio público federal, pero no está claro qué ocurrirá con los camiones que operan con placas estatales. En 2024, se comercializaron 56,000 camiones en México, de los cuales 8,000 tenían placas estatales. “Si mi camión tiene placa estatal, ¿lo tengo que balizar o no? Nadie sabe responder con certeza”, comentó Noriega.
Las empresas que manejan importaciones y exportaciones enfrentan otro obstáculo. Muchas cajas de carga provienen de Estados Unidos y operan bajo esquemas door-to-door, lo que significa que circulan en territorio mexicano sin estar registradas en el país.
“Hay miles de cajas que vienen de Estados Unidos y que no están en el sistema. ¿Cómo las van a balizar? No está contemplado en la norma. ¿Se les va a exigir? ¿Se les va a sancionar? No hay claridad”, señaló Noriega.
Estas lagunas normativas generan incertidumbre y podrían derivar en restricciones para la operación de ciertos transportistas. “No está claro cómo aplicará la medida para los remolques que cruzan la frontera. Es un punto crítico que no se ha resuelto”, agregó.
El verdadero problema es la violencia en las carreteras
Más allá de la regulación y los costos, el sector transportista insiste en que el problema central es la creciente violencia en los robos de carga. Antes, los delincuentes se limitaban a llevarse la mercancía y abandonar el camión; ahora, las unidades desaparecen por completo, lo que disparó los costos de los seguros.
“El año pasado, las primas de seguros para camiones de carga aumentaron hasta un 30%. Y si sigue esta tendencia, podrían subir más”, advirtió Noriega.
Los entrevistados coinciden en que el balizado es una medida positiva, pero insuficiente para frenar el robo al autotransporte de carga. Enfrentar este delito requiere un enfoque integral que combine una mayor presencia de la Guardia Nacional en carreteras, el uso de tecnologías avanzadas de rastreo y una mejor coordinación con las autoridades estatales y federales.
El dirigente de los transportistas espera que la fecha de entrada en vigor sea aplazada para revisar las inconsistencias de la medida. “Noventa días es muy poco tiempo. Estamos negociando para que se amplíe el plazo”, señaló.
Con información de Ivet Rodríguez