Las cervezas de Constellation Brands, que llegan a Estados Unidos desde sus plantas en Nava, Coahuila, y Ciudad Obregón, Sonora, enfrentan no solo los retos arancelarios, sino también un cambio en las prioridades de consumo de los hispanos, impulsado por las políticas migratorias del gobierno estadounidense.
Este ajuste en las preferencias de los consumidores, según Hankinson, puede generar un entorno desafiante para la compañía. Sin embargo, el director de finanzas se mostró optimista al afirmar que la lealtad del consumidor hispano “sigue siendo extraordinaria” y que, a medida que los consumidores se adapten a la nueva realidad, espera que se disipen las preocupaciones sobre una disminución en el consumo.
A pesar de estos obstáculos, Constellation Brands ha ajustado sus proyecciones de crecimiento de ventas para el año fiscal 2026, reduciéndolas del 2-4% al 0-3%, tomando en cuenta el impacto de los aranceles. No obstante, la compañía sigue comprometida con su estrategia de innovación y expansión.
En cuanto a su capacidad de producción, Constellation espera que sus plantas en México produzcan alrededor de 48 millones de hectolitros de cerveza al cierre del año fiscal 2025, con un incremento proyectado a 55 millones de hectolitros para 2028, respaldado por una inversión de capital de 2,000 millones de dólares entre 2026 y 2028.
La compañía también sigue invirtiendo en marketing, lo que ha permitido que marcas como Corona Extra y Modelo Especial se ubiquen entre las cinco cervezas más populares de Estados Unidos.
“Tenemos fuerza dentro de nuestras marcas, tenemos nuevos puntos en la agenda de innovación que abrirán nuevas ocasiones de consumo y nuevos consumidores a nuestras franquicias”, declaró Hankinson, subrayando que Constellation continuará trabajando en lo que puede controlar para seguir impulsando el crecimiento y la preferencia por sus productos.