Hasta 15% del mercado
El proyecto no forma parte de ningún programa federal. Jiménez aclara que no tiene relación con Gasolinas Bienestar, el esquema de Pemex para surtir flotillas gubernamentales, ni con las Gasolineras del Bienestar, modelo cooperativista operado en comunidades marginadas. “Esta es una propuesta del gobierno estatal, con una lógica distinta: competir a través de la confianza”, afirma.
En un contexto donde la vigilancia del mercado recae casi por completo en instancias federales, la iniciativa busca generar un valor de marca basado en la verificación diaria de calidad. Para ello, se firmará una alianza con un laboratorio certificado que emitirá reportes públicos sobre las características del combustible despachado.
“Ese será nuestro diferencial: no vamos a confiar en lo que se reporte desde las estaciones, vamos a medirlo directamente”, detalla el funcionario. Además del control de calidad, la estrategia contempla asegurar el abasto mediante alianzas con terminales de almacenamiento. Algunas estaciones en el estado han enfrentado dificultades para recibir producto en tiempo y forma.
Aunque al inicio solo se comercializará gasolina Pemex, el proyecto está abierto a otras fuentes de suministro, siempre que cumplan con los estándares técnicos y legales. Según Jiménez, el enfoque es garantizar la disponibilidad del recurso, independientemente del proveedor. “La marca será sinónimo de certeza, no de dependencia”, dice.
Actualmente, Tamaulipas cuenta con 605 estaciones con permiso vigente para venta de gasolina, de acuerdo con la plataforma PetroIntelligence. La meta del gobierno estatal es alcanzar entre 10 y 15% del mercado local durante el tiempo restante de la actual administración, es decir, en tres años y tres meses.
Control local ante vacío regulatorio
El mercado de estaciones de servicio en México ha experimentado cambios importantes en los últimos años. Aunque la reforma energética permitió la entrada de nuevos jugadores y hoy existen 388 marcas activas, algunas compañías han comenzado a reducir operaciones. Shell, por ejemplo, acordó la venta de sus estaciones a Iconn, operadora de Petro Seven.
A pesar de la diversificación de marcas, Pemex mantiene una participación dominante, con 8,705 estaciones de servicio en el país, seguida por Mobil (606) y G500 (489). Tamaulipas busca posicionarse en ese mapa con una marca pública que no dependa de subsidios ni de reglas especiales.
Jiménez destaca que uno de los principales desafíos del sector es la supervisión efectiva. “Hay que vigilar más de 23 mil títulos de permiso en todo el país. Esa es una tarea compleja, y por eso creemos que podemos aportar con una marca que se audite a sí misma”, señala.
Para el secretario, el problema no está en las normas existentes, sino en su implementación. Menciona la NOM-016 de la CRE como un ejemplo: un instrumento técnico útil, pero con áreas de oportunidad en cuanto a su vigilancia. “Siempre es perfectible cualquier norma, pero hay que empezar por verificar que se cumpla”, sostiene.
Entre las fallas que ha identificado está la confianza ciega en los reportes que envían los permisionarios. “Debemos revisar los sistemas, las pruebas de laboratorio, no solo aceptar lo que se nos informa. Ahí es donde queremos marcar una diferencia”, indica.