Esta estrategia delineada desde el gobierno federal está centrada en dos ejes de acción: finanzas y operatividad, que contemplan el apoyo de otras dependencias como la Secretaría de Hacienda, Energía y Banobras, pero el rescate de la compañía parece necesitar aún más.
En cuanto a la participación de la inversión privada, González aseguró que es bienvenida, siempre y cuando esté alineada con el interés nacional y el fortalecimiento de Pemex.
“El sector energético mexicano es absolutamente estratégico y tenemos muy claras sus prioridades y propósitos. Por ello, la relación entre el Estado y la iniciativa privada jamás será de competencia, sino complementaria y de apoyo”, afirmó la funcionaria durante la presentación del Plan.
Especialistas cuestionan la estretegia
Jesús Carrillo, especialista en Economía y Energía, dijo que lo que se busca respaldar es la operación de proyectos que ya se tienen desde hace varios años y que no se habían consolidado. “No hay una novedad mayor sobre la operación o sobre la administración de Pemex, y eso me hace pensar que hay que tomar con cautela este anuncio, porque no será tan fácil revertir la situación de la empresa simplemente con nuevos vehículos financieros”, apuntó. “De largo plazo no se solucionan los problemas operativos de la empresa”, señaló en entrevista.
Parte de los objetivos operativos que buscan dar aire a la petrolera implican reactivar campos que ya fueron explotados, pero que todavía tienen potencial de crecimiento; concluir el desarrollo del megayacimiento Zama –que fue descubierto desde 2017– así como el de Trion, que también tiene más de 10 años que se descubrió, en 2012.
El especilista consideró que aunque Zama y Trión sean proyectos grandes, no van a ser gigantes, como Ku-Maloob-Zaapz mucho menos a Cantarell. "Si se logran desarrollar muy rápido ayudarán, de alguna manera, a financiar la empresa, pero si se invierte en mantener fierros como (la refinería) Madero, y nada más en reparar la coquizadora, me parece cuestionable que cambie la situación. En todo caso, es más acertado apostar por la petroquímica”, advirtió Carrillo.
Justo otro tema de relevancia es la inversión que se hará para habilitar “los fierros” de Pemex, entre los que se contempla fortalecer a las refinerías que conforman el sistema nacional de refinación, enfocado principalmente en realizar reparaciones en la coquizadora de Madero; en el complejo procesador de gas de La Venta y Nuevo Pemex y en las plantas petroquímicas de Cangrejera, Morelos y Pajaritos.
En materia de gas natural Pemex también busca ampliar la red de gasoductos en Oaxaca y Tabasco, para impulsar proyectos prioritarios como el Interoceánico, la Conexión Maya (que permitirá llevar gas a toda la Península de Yucatán) y el complejo Coatzacoalcos.
Ramsés Pech, socio de Grupo Caravia, dijo que es importante separar en dos las áreas de rescate en Pemex, la financiera y la operativa. En la primera parte Pemex tendrá el apoyo hasta el cierre del 2026 por medio de colocaciones de deuda por parte del Gobierno para ayudar a la petrolera a reducir sus cargas fiscales.
Mientras que en la parte operativa, se busca llegar a una producción de 1.8 millones de barriles diarios de hidrocarburos líquidos y 5 millones de pies cúbicos diarios de gas natural, así como incrementar la productividad de las refinerías en el país y rescate de la petroquímica, lo que implica destinar una importante cantidad de recursos para lograrlo.
“Este plan técnico depende del financiamiento, pero se nos olvidó que dentro la estructura del plan presentado no dijeron cuánto será el dinero que se tendrá que estar dando por parte del Poder Legislativo para solventar la inversión presupuestal, que es la base para la operatividad que pueda tener Pemex”, explicó Pech.
Aunque dijo que si la estrategia fiscal funciona, es posible que para 2027 Pemex tenga un pequeño flujo de efectivo con el que pueda ir aliviando sus temas operativos, y si los resultados se logran de manera gradual, es posible que para 2035 se tenga una empresa rentable.
“Podríamos ver un plan de Pemex, que a partir de 2035 nos dejará ver una empresa limpia, pero eso va a depender mucho del dinero y de que los contratos mixtos sean atractivos, que pueda incrementarse la producción y los apoyos que se le den. Este plan es bueno en lo plasmado en el papel, pero habrá que ver su aplicación del mismo”, aseguró.