Hoy la empresa concentra alrededor de 60% del mercado total de calentadores que se venden en el país. Sin embargo, su participación baja a cerca de 40% en el segmento de calentadores instantáneos, donde China tiene un liderazgo global y ha conquistado el mercado mexicano gracias a sus precios bajos.
En industrias como la del calzado, las autoridades mexicanas ya han impuesto nuevos aranceles a los productos “Made in China” para proteger a la producción local. En el sector de calentadores se espera que se tomen medidas similares.
“Al no existir una tasa arancelaria mayor para los productos chinos, que sí está en agenda, se ha provocado una guerra de precios tremenda y nosotros hemos decidido en qué batallas participar. Por ejemplo, en proyectos nuevos relacionados con el producto instantáneo, el más económico, nos encontramos con artículos chinos que ni siquiera han tenido incrementos de precio”, comenta Basañez en una reunión con medios, a petición de Expansión.
Ante este escenario, la empresa ha optado por competir solo en segmentos donde puede diferenciarse, evitando la batalla directa en precios bajos. Su estrategia se centra en ofrecer productos certificados y mantener un servicio de posventa sólido.
“No participamos en todos los casos. Si un proyecto no es rentable, no entramos. Tenemos límites, no porque no sea costeable, sino porque no nos interesa llevar la marca a un nivel tan bajo. No buscamos competir con productos que no cumplen con obligaciones o normas básicas, ese es el punto”, añade el directivo.
La apuesta por importar desde China también ha generado un efecto dominó negativo en la cadena de proveeduría local, que no ha logrado desarrollarse al mismo ritmo. Calorex mantiene alrededor de 80% de proveeduría regional y espera incrementar ese porcentaje en los próximos años.
Con la competencia asiática en ascenso, la compañía ha puesto en marcha diversas estrategias para mejorar eficiencia y reducir costos en su cadena de valor y en las operaciones de su planta de Saltillo.
“Depende del commodity. Por ejemplo, el acero —del que compramos entre 1,300 y 1,500 toneladas mensuales— se negocia anualmente. Pero no sucede lo mismo con otros insumos como los químicos, que varían según la volatilidad del mercado. Tenemos muy estructurado un plan de negociaciones y contratos con nuestros proveedores, con acuerdos periódicos y anuales que se respetan”, explica Óscar Ríos, director de Operaciones de Calorex México.