La fortaleza de Walmart radica en el desarrollo de una cadena de valor que sustenta su estrategia de precios bajos, clave para su negocio. A través de sus proveedores, la compañía abastece una red comercial con más de siete millones de metros cuadrados de piso de venta.
Carlos Hermosillo, analista bursátil independiente, considera que esta estrategia es una respuesta habitual ante incrementos de precios. “Ajustan el precio variando la presentación y el contenido del producto para hacerlo más accesible, ofreciendo un menor costo por unidad, aunque el costo por contenido se mantiene o incluso aumenta. Esto absorbe el efecto de impuestos y puede mejorar márgenes”, explica.
En México, el consumo promedio de bebidas azucaradas es de 166 litros por persona al año, según la Secretaría de Salud, posicionando al país entre los de mayor consumo. La dependencia advierte que siete de cada 10 niños y adolescentes consumen refresco diariamente, incluso en el desayuno, lo que se refleja en que cuatro de cada 10 presentan sobrepeso u obesidad.
Cada refresco de 600 mililitros contiene aproximadamente 14 cucharadas de azúcar, y la Secretaría de Salud lo asocia con uno de cada tres nuevos casos de diabetes mellitus y uno de cada siete nuevos casos de enfermedades cardiovasculares en niños y adolescentes.
Treviño reiteró que las estrategias de Walmart se desarrollan en coordinación con los productores. “Estamos trabajando para seguir creciendo de la mano de nuestros proveedores y aliados”, añadió durante el anuncio de su participación en El Buen Fin.
¿Qué pasa con el plan arancelario?
En paralelo, los directivos analizan la propuesta de aumentar aranceles de 10% a 50% en más de 1,463 fracciones de productos de sectores como automotriz, textil, acero y electrónicos, lo que afectaría principalmente las importaciones chinas.
“Estamos revisando cuál será el impacto en los diferentes productos”, adelantó Treviño a periodistas en el marco de El Buen Fin.
Especialistas señalan que los efectos de los aranceles para Walmart se limitan a categorías específicas como electrónicos, muebles y similares, debido a que gran parte de su estructura de abasto es nacional. Treviño subrayó que más del 90% de la mercancía que se vende en sus tiendas proviene de proveedores mexicanos, la mayoría pequeñas y medianas empresas, consolidando a la compañía como uno de los principales impulsores del consumo local.