Un “happy problem” para la Riviera Maya
La expansión del Hotel Xcaret México, que este año duplicó su capacidad de 900 a 1,800 habitaciones, forma parte de un plan de largo plazo. “Nos permite tener una capacidad instalada que nos da muy buena perspectiva para ver cómo crecemos hacia finales del año”, añadió Kuri.
En paralelo, el grupo mantiene estables sus parques temáticos y tours. “En parques hemos alcanzado perfectamente las metas, creciendo de manera sólida. El negocio se mantiene muy saludable y con buenas expectativas”, comentó el directivo.
Sin embargo, el crecimiento de visitantes internacionales se ha mantenido “flat”, según admite la empresa, debido a la disponibilidad limitada de asientos en vuelos hacia Cancún.
La situación no es exclusiva de México. La industria aérea global atraviesa una crisis de producción: fabricantes como Boeing y Airbus enfrentan retrasos en entregas de aeronaves, lo que frena la expansión de rutas y frecuencias. Para destinos dependientes del turismo internacional, como Cancún, este cuello de botella limita su dinamismo.
Hace un par de semanas, Darren Hulst, vicepresidente de marketing comercial de la división de aviones comerciales de Boeing, destacó en una conferencia de prensa que los tiempos de entrega de sus aviones se han alargado hasta siete años debido a la alta demanda global.
Hulst dijo que la compañía prepara el terreno para un incremento sostenido en la producción. “En el futuro, nuestro objetivo es seguir aumentando la tasa de producción, pero en el largo plazo, si el mercado se dobla en tamaño, eso significa que nuestra producción tiene que seguir esas mismas tendencias. Esa es nuestra oportunidad en el largo plazo”, dijo el directivo.
Kuri subraya que se trata de un “happy problem”, porque refleja una demanda que supera la capacidad aérea disponible. El reto, sin embargo, es que mientras no se normalice la oferta de aviones, la región no podrá captar más turistas, aun teniendo infraestructura hotelera lista.
El mercado estadounidense sigue siendo el principal emisor de visitantes a la Riviera Maya, seguido del canadiense y el europeo. La expectativa de que el Tren Maya pueda redirigir flujos desde otros aeropuertos, como Mérida, está presente, pero aún se percibe como un efecto de mediano plazo.
“Es un tema que tiene que ir madurando en el tiempo. El Tren Maya une a distintos sitios y generará volúmenes interesantes, no solo para la Riviera Maya, sino también para otros destinos de la península”, explicó Kuri.
La oportunidad que abre el Mundial de futbol 2026
De cara a 2030, el grupo mantiene su enfoque en Quintana Roo, con un plan maestro que incluye hoteles, parques y mejoras en transporte. “Estamos manteniendo nuestro enfoque en Quintana Roo y muy probablemente después crecer hacia Yucatán, pero no buscamos internacionalizarlo por el momento”, puntualizó el vocero.
El Mundial de 2026 aparece como otro catalizador potencial. Aunque Cancún no será sede de partidos, la zona espera recibir visitantes que acompañen a selecciones o que aprovechen el viaje para combinar fútbol y playa.
La FIFA incluso ha explorado que algunos equipos realicen concentraciones en la Riviera Maya, lo que podría dar visibilidad adicional al destino. Sin embargo, Grupo Xcaret coincide con otros hoteleros en que no planea nuevas construcciones exclusivas para este evento, sino aprovechar la infraestructura ya instalada.
La estrategia del grupo también pasa por diversificar la base de turistas, con un mayor enfoque en mercados asiáticos y sudamericanos, donde ven potencial de crecimiento. El portafolio gastronómico y cultural de sus hoteles y parques busca atraer a estos perfiles.
“El boca a boca y la visión de Miguel Quintana han logrado que la gente viva una experiencia distinta e inolvidable”, explicó Kuri al describir el posicionamiento del grupo en la región.
Más allá de la coyuntura de conectividad, Grupo Xcaret presume avances en reputación corporativa. En 2024, la compañía escaló 25 lugares en el ranking Merco, posicionándose por primera vez como la empresa con mejor reputación en servicios turísticos de México.
“El crecimiento se ha logrado gracias a una estrategia de gestión reputacional que atiende tanto a grupos clave como a nuestros proyectos de conservación, desde guacamayas y tortugas hasta corales”, dijo Kuri.
El desafío inmediato, sin embargo, sigue siendo la conectividad. Mientras la industria aérea global resuelve la falta de aviones, Cancún enfrenta un límite impuesto desde fuera: una demanda turística que no puede convertirse en llegadas físicas por falta de asientos en los cielos.