Ferrioni es una marca mexicana reconocida por su icónico perro terrier, visible incluso para quienes nunca han usado su ropa.(Ferrioni/Facebook)
Expansión Digital
Ferrioni es una de esas marcas que parecen haber estado siempre presentes. No necesita anuncios en televisión ni grandes campañas en redes sociales para ser reconocida. Incluso quienes nunca han usado su ropa identifican al famoso perro terrier que aparece en sus prendas.
Pero, ¿alguna vez te has preguntado quién es el dueño de esta marca? A pesar de lo que muchos creen, Ferrioni no es italiana, sino mexicana. Nació en la Ciudad de México y actualmente sus oficinas principales se encuentran camino a Toluca.
Aquí te contamos cómo surgió hace casi 40 años y cómo logró convertirse en un referente del vestir clásico en el país.
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La historia de Ferrioni
La marca Ferrioni tiene su origen en la reconocida camisería Savoy , ubicada en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Su fundador, José Rión, fue quien comenzó a usar el famoso perro terrier en algunas de sus prendas.
Rión transmitió su pasión por la moda a sus hijos: Carmen Rión se convirtió en una destacada diseñadora reconocida en México y en el extranjero, mientras que Fernando Rión fundó Ferrioni en 1986.
El nombre de la marca es un juego de palabras entre el nombre Fernando y el apellido Rión. El icónico perro terrier, por su parte, fue retomado como símbolo a partir de la camisería de su padre, marcando así el inicio de una firma que se consolidaría como un referente de elegancia casual.
Según la información presentada ante la Bolsa Mexicana de Valores , Ferrioni, S.A. de C.V. fue fundada a finales de 1986 para atender a consumidores que buscaban ropa de moda con un estilo clásico y juvenil.
En 1991 lanzó Ferrioni Piccolino, línea infantil para niños de 2 a 14 años, y en 1994 debutó en la Bolsa Mexicana de Valores con una oferta pública del 33% de su capital social, con el objetivo de financiar su expansión. Ese mismo año presentó Ferrioni Bimbinni, su línea para bebés, con tiendas diseñadas bajo una estética infantil.
El nombre Ferrioni surge de un juego entre el nombre Fernando y el apellido Rión; el símbolo del terrier se retomó de la camisería familiar.(Ferrioni/Facebook)
No es una marca italiana, sino 100% mexicana
Contrario a lo que muchos aún piensan, Ferrioni no tiene relación con Italia . Su origen es chilango y actualmente sus oficinas se ubican sobre la carretera México-Toluca.
Sin embargo, la empresa ha aprovechado con inteligencia la percepción de ser una marca italiana: no solo por su nombre, sino también por las líneas Piccolino (pequeño, en español) y Bimbinni (bebé), que refuerzan una imagen de estilo europeo, aunque no exista vínculo real con el viejo continente.
“Para nosotros es mejor que no se termine de aclarar el punto”, declaró en 2007 a El Universal el entonces gerente de operaciones de Ferrioni, David Schulz Manaut, quien ocupó el cargo de 2001 a 2017, según su perfil en LinkedIn.
¿Quién es el dueño de Ferrioni?
La marca Ferrioni fue adquirida a inicios del milenio por Grupo Dunand, que también es propietario de la marca de ropa infantil Campanita. Desde entonces, ambas funcionan como marcas hermanas, aunque la del perro terrier es la más reconocida.
La empresa no tiene un único dueño, sino que su control está en manos de varios inversionistas y directivos. Actualmente, Gerardo Dunand funge como director general, de acuerdo con información de LinkedIn.
Aunque Ferrioni nació como una marca textil, debido a su origen en la Camisería Savoy, con la renovación que experimentó en el año 2000 comenzó a incursionar con éxito en el mercado del calzado, al punto de que muchos consumidores identifican más sus zapatos que su ropa.
“Iniciamos un proyecto de calzado para toda la familia. Comenzó con unas cuantas pruebas y terminó con más de 30 modelos y miles de pares vendidos al año. Ese esfuerzo culminó en una licencia que hoy sigue en el mercado, incluso con tiendas propias: Ferrioni Shoes”, contó Schulz Manaut recientemente en LinkedIn como parte de sus experiencias.
Más recientemente, la marca también incursionó en el sector de los perfumes, cuyos productos se comercializan tanto en tiendas físicas como en plataformas digitales de cadenas como Walmart, Bodega Aurrera, Liverpool, Amazon y Mercado Libre.
Aunque muchos la consideran italiana, Ferrioni es 100% mexicana, con oficinas principales sobre la carretera México-Toluca.(Ferrioni/Facebook)
Lecciones que deja Ferrioni
La historia de Ferrioni muestra cómo una marca mexicana puede consolidarse como sinónimo de elegancia y tradición sin depender de grandes campañas mediáticas. Su crecimiento ofrece varias lecciones valiosas:
Identidad sólida y coherente: desde su origen, Ferrioni ha mantenido una imagen clara y consistente, representada por el icónico perro terrier, símbolo que le ha permitido trascender generaciones.
Aprovechar la percepción sin perder autenticidad: aunque muchos la asocian con Italia, Ferrioni ha sabido capitalizar esa idea sin negar su raíz mexicana, combinando estrategia de marketing y orgullo nacional.
Evolución constante sin perder el estilo: la marca amplió su oferta —primero con líneas infantiles, luego con calzado y perfumes— sin alejarse de su esencia clásica, adaptándose a nuevos mercados sin diluir su identidad.
Es parte de la cultura: incluso hoy en día, en México muchos identifican a los perros terrier como “perros estilo Ferrioni”, lo que refleja el alto nivel de recordación y conexión emocional que la marca ha logrado construir en el imaginario colectivo.
En suma, Ferrioni es un caso de éxito de cómo el diseño, la estrategia y la constancia pueden convertir una pequeña idea nacida en el Centro Histórico de la Ciudad de México en una marca reconocida en todo el país.
Ferrioni demuestra la importancia de mantener una identidad sólida, evolucionar sin perder el estilo y conectar emocionalmente con el público.(Ferrioni/Facebook)