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Lakach y el tormentoso camino para su desarrollo

A casi dos décadas de su hallazgo, el mayor campo de gas natural no asociado del país sigue inactivo, mientras Grupo Carso y Pemex reevalúan su desarrollo por costos y baja rentabilidad.
vie 31 octubre 2025 03:57 PM
A casi 20 años de su hallazgo, Lakach enfrenta otra pausa pese al interés de Slim y Pemex
Lakach es un campo de aguas profundas que se ubica en el Golfo de México, frente al Puerto de Veracruz. (Henry Romero/REUTERS)

El campo Lakach, un gran yacimiento de gas natural no asociado que se encuentra en aguas profundas del Golfo de México, volvió a quedar en pausa. A casi dos décadas de su descubrimiento, el proyecto —que alguna vez se perfiló como el más prometedor de México— sigue sin producir una sola molécula comercializable.

Su nombre aparece y desaparece de los planes energéticos nacionales como un espejismo caro: cada vez que un socio o un gobierno promete rescatarlo, el entusiasmo dura menos que un ciclo presupuestal.

El último de sus aplazamientos proviene de Grupo Carso, una de las empresas de Carlos Slim que se ha convertido en un aliado estratégico para Pemex. Aunque la compañía firmó un contrato de servicios de exploración y extracción en 2024, el proyecto volvió a detenerse mientras se reevalúa su viabilidad económica.

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Aunque se ha realizado la perforación de pozos exploratorios y delimitadores, y se estableció que la producción podría arrancar en el primer trimestre del 2015, eso no sucedió, y a casi 20 años de su descubrimiento el gas continúa bajo 988 metros de agua, a 93 kilómetros del puerto de Veracruz.

Según datos del Instituto Mexicano del Petróleo (IMP), el alcance del proyecto incluye la recuperación de 850,000 millones de pies cúbicos de gas de reservas 2P, mediante la perforación de seis pozos de desarrollo más la recuperación del pozo delimitador, cuya molécula sería transportada a través de gasoductos a tierra para su incorporación al sistema nacional de ductos.

Nada de eso ocurrió. La caída del precio del gas natural —y la abundancia de moléculas baratas provenientes de Texas— hizo imposible justificar los costos de operar un campo en aguas profundas. En 2016, Pemex dio marcha atrás.

Los interesados

Durante los años siguientes, el nombre de Lakach se convirtió en una reserva técnicamente viable, pero económicamente imposible.

La primera resurrección llegó en 2022, cuando Pemex anunció un acuerdo con la estadounidense New Fortress Energy. El acuerdo era que la petrolera mexicana mantendría la titularidad del campo, mientras que New Fortress realizaría una inversión de 1,500 millones de dólares con la que se iniciaría la producción del gas natural en el primer trimestre del 2024, la cual se calculaba en uno 200 millones de pies cúbicos diarios en un horizonte de 10 años.

Sin embargo, para noviembre del 2023 se dio por terminado el acuerdo entre ambas compañías –decisión tomada por Pemex– por condiciones que la estadounidense quería imponer y que no fueron del agrado de la petrolera mexicana. Además, se comentaron temas de baja rentabilidad para el proyecto, con precios muy altos y una capacidad sobrestimada.

En 2024, Lakach volvió a escena, esta vez con un nuevo aliado: Grupo Carso, de Carlos Slim. La empresa firmó un contrato de servicios de exploración y extracción con una inversión estimada en 1,200 millones de dólares. Se esperaba que la producción iniciara en dos años y medio.

Pero el entusiasmo volvió a enfriarse pronto. Durante la llamada con inversionistas de este trimestre, Arturo Spínola, director de Administración y Finanzas de Grupo Carso, admitió que el futuro del campo sigue bajo evaluación.

“Lo que se está revisando es la viabilidad en cuanto al tema del precio de costo beneficio porque el gas no tiene un precio tan relevante como la inversión que se tiene que hacer ahí”, dijo. “Se están haciendo nuevos análisis para definir qué es lo que se va a hacer en ese campo”, añadió.

Las dificultades de Lakach

Aunque el campo ha generado interés de dos compañías importantes, el tema económico ha sido un factor que ha detenido su desarrollo. Y es que México se encuentra al lado de las cuencas gaseras de Estados Unidos, donde se produce el gas natural más barato del mundo, y tiene fácil acceso a él por aproximadamente 3 o 4 dólares por millón de BTU. Esto complica la rentabilidad de cualquier proyecto que se quiera desarrollar en el país con precios superiores a esos niveles.

El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) ha señalado que la apuesta por el campo Lakach es riesgosa, al tratarse de un yacimiento de gas natural en aguas profundas, un terreno donde a nivel global existe poca experiencia. Esa condición ha provocado que el proyecto haya sido replanteado en varias ocasiones.

Por su parte, Esteban Pagés, analista energético y fundador de Cápsula Energética, explicó que el desarrollo de campos en aguas profundas toma muchos más años que en aquellos terrestres o en aguas someras, pues requieren largos periodos de estudios y evaluación del potencial. Esto hace especialmente complejo el caso de Lakach, sobre todo si se considera que Pemex tiene poca experiencia en ese rubro.

Además, considera que con los recientes cambios regulatorios impulsados por el gobierno federal, Grupo Carso podría buscar redefinir su estrategia de participación bajo las nuevas reglas del juego. “Yo creo que esa parte es la que está frenando un poco el proyecto y la razón por la que Grupo Carso cuando sale a declarar lo hace sin novedades”, comentó.

“Yo creo que vale la pena seguirlo pensando (si se desarrolla Lakach), porque es un proyecto que no va a dejar brotar sus beneficios hasta que se pueda desarrollar mejor, y eso es algo que va a tardar”, puntualizó Pagés.

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