Ellas son las hijas de Carlos Slim y sus papeles dentro del imperio familiar
A diferencia de sus hermanos, las hijas Slim no figuran en los rankings empresariales, pero lideran la dimensión social y cultural del emporio familiar.
Carlos Slim Helú es el hombre más rico e influyente de México; sus hijas Soumaya, Vanessa y Johanna también tienen un papel clave en su legado. (Graciela López Herrera)
Expansión Digital
Carlos Slim Helú, de 85 años, no solo es el hombre más rico de México, sino también el empresario más influyente del país, un título que ha mantenido durante décadas y cuyo legado continúan sus tres hijos varones.
Sin embargo, el papel de sus hijas ha sido menos visible, pese a su activa participación en los ámbitos del arte y la filantropía, pilares del vasto ecosistema construido por el magnate.
A continuación te contamos quiénes son Soumaya, Vanessa y Johanna, las hijas que Slim tuvo con Soumaya Domit Gemayel, quien falleció trágicamente en 1999, y a qué se dedican en la actualidad.
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Soumaya Slim, la hija mayor y el perfil más reservado del clan familiar
Soumaya Slim Domit, de 54 años, es la hija mayor del empresario Carlos Slim y, al mismo tiempo, una de las más reservadas del clan familiar. Nacida en 1970, lleva el nombre de su madre, Soumaya Domit Gemayel, en cuya memoria se construyó el Museo Soumaya, uno de los recintos culturales más emblemáticos del país.
Aunque mantiene un perfil bajo y rara vez aparece en medios, Soumaya ha sido pieza clave en el impulso del arte y la cultura dentro de los proyectos familiares. Estudió Historia del Arte en la Universidad Anáhuac y desde hace años funge como vicepresidenta del Museo Soumaya , donde ha promovido la conservación y difusión del patrimonio artístico que resguarda la colección Slim.
Además de su trabajo en el ámbito cultural, participa activamente en la Fundación Carlos Slim, colaborando en programas sociales, educativos y de salud. Su interés por el diseño y la moda la ha llevado a apoyar a creadores mexicanos en pasarelas y exposiciones, y a fundar el espacio Archivo Diseño y Arquitectura, dedicado a explorar la creatividad contemporánea en México.
Soumaya Slim estuvo casada durante 17 años con el arquitecto Fernando Romero Havaux, reconocido por haber diseñado el Museo Soumaya de Polanco, una de las obras más representativas de la arquitectura moderna en la Ciudad de México.
Discreta pero influyente, Soumaya Slim ha consolidado su papel como una figura esencial en la vertiente cultural y filantrópica del emporio familiar.
Soumaya Slim Domit, la hija mayor, es vicepresidenta del Museo Soumaya y una de las principales impulsoras del arte y la cultura dentro de la familia Slim.(Isaac Esquivel Monroy)
Vanessa Slim, presidenta de Asume
La quinta hija del matrimonio Slim Domit y segunda de las hermanas, Vanessa Slim Domit, de 52 años, ha mantenido vivo uno de los proyectos más emblemáticos iniciados por su madre, Soumaya Domit de Slim: la Asociación de Superación para México (Asume), creada en 1980.
La organización promueve el desarrollo integral del ser humano a través del fortalecimiento de valores, la autoestima y el equilibrio personal, abarcando aspectos físicos, emocionales, sociales, intelectuales y espirituales.
En septiembre pasado, durante su participación en el encuentro “México Siglo XXI, Mentes que iluminan el futuro”, organizado por Fundación Telmex-Telcel, Vanessa Slim subrayó que “el desarrollo humano es la base de cualquier progreso” y que éste no puede limitarse a lo económico, tecnológico o científico. Retomó el pensamiento de su madre, quien sostenía que el progreso verdadero debía construirse sobre una base humana sólida.
La presidenta de Asume explicó que el programa se apoya en tres pilares: la superación constante e ilimitada, la competencia con uno mismo y la superación equilibrada, que implica buscar metas en todos los ámbitos de la vida. También advirtió que vivimos en tiempos de “ruido externo” e “inmediatez”, factores que pueden desconectarnos de nuestro interior y hacernos más vulnerables.
Además de su labor social, Vanessa Slim Domit está casada con Daniel Hajj, actual director general de América Móvil, una de las empresas más importantes del conglomerado familiar.
“Vivir con valores claros y un sentido profundo de vida nos da la solidez necesaria para que lo externo no nos controle, sino que nos impulse y enriquezca”.
La menor de las hijas del matrimonio Slim Domit, Johanna Slim, de 49 años, ha enfocado su trayectoria en causas sociales y en la gestión empresarial dentro del grupo familiar. En los últimos años ha dirigido el Programa de Educación Inicial de la Fundación Carlos Slim, una iniciativa orientada a promover el desarrollo integral de niñas y niños de entre 0 y 4 años mediante la capacitación de padres, cuidadores y educadores.
El programa ofrece herramientas prácticas y contenidos formativos para fortalecer las habilidades de quienes acompañan la primera infancia, etapa que —según ha destacado la fundación— resulta clave para el bienestar físico, cognitivo y emocional a largo plazo.
Está casada con el empresario Arturo Elías Ayub, de 58 años, director de Alianzas Estratégicas y Contenidos de América Móvil, así como director general de la Fundación Telmex-Telcel, con quien comparte su compromiso por la educación y el desarrollo social en México.
Johanna Slim Domit dirige el Programa de Educación Inicial de la Fundación Carlos Slim, enfocado en la primera infancia y en la capacitación de padres y cuidadores.(Graciela López Herrera)
Más filántropas que empresarias
A diferencia de sus hermanos Carlos Slim Domit (57 años), Marco Antonio Slim Domit (56 años) y Patrick Slim Domit (55 años), quienes ocupan posiciones destacadas en los negocios y aparecen año con año en el ranking de Expansión sobre los empresarios más influyentes del país, las tres hijas del clan Slim han mantenido un perfil distinto, más enfocado en la filantropía, la cultura y el desarrollo humano.
Llama la atención que ninguna de ellas figure en la lista de “Las 100 mujeres más poderosas de los negocios ” que elabora la misma revista, pese a pertenecer a la familia empresarial más influyente de México y ser hijas del hombre más rico del país.
Su papel, sin embargo, ha sido clave en la dimensión social y cultural del imperio Slim, donde han impulsado proyectos de educación, arte, desarrollo personal y apoyo comunitario, consolidando una influencia que trasciende los indicadores económicos.