Aludiendo a esta confidencialidad, el presidente de la AMID evitó detallar proyectos específicos, aunque es posible que estos ingresos se inyecten en rubros como gastos de producción y capacitación médica. “Diré claramente que hemos visto un crecimiento histórico en la inversión”, añadió.
Esto tampoco significa que sean las únicas inversiones que se esperan para el sector, ya que, ante la revisión del T-MEC, está la oportunidad de detonar otras inversiones, pues para Carapeto el acuerdo ofrece certidumbre a las compañías.
La AMID agrupa a 50 empresas líderes en tecnología médica, que generan más de 175,000 empleos en el país.
En la actualidad, los medicamentos y dispositivos médicos que son enviados desde México a Estados Unidos y Canadá —bajo el acuerdo comercial— tienen un arancel cero; sin embargo, el presidente estadounidense Donald Trump ha manifestado su intención de imponer un arancel de 25% a las farmacéuticas, lo que genera cierta incertidumbre en el sector.
Para la AMID, con la revisión del T-MEC no solo se debe mantener la política de cero arancel, sino que es una oportunidad para fortalecer la cadena de proveeduría de las empresas que operan en los tres países, como parte de sus procesos de regionalización.
Carapeto comenta que de cara a los encuentros para poner lupa sobre el tratado comercial, la AMID trabaja sobre la proyección de diversos escenarios para mejorar. Incluso han sostenido reuniones con la Secretaría de Economía, lo que califica como una señal de confianza en la industria.
Si bien, la Asociación ve al T-MEC como un acuerdo que potencializa a los tres países, hay algunas tuercas que pueden apretarse durante su próxima revisión para afianzar el compromiso regional, como tener reglas de origen claras, garantizar la homologación de los acuerdos aduaneros y facilitar la importación de equipos de capacitación para acelerar la transferencia tecnológica.
“Si no se llega a un acuerdo a quien se va a penalizar es a los pacientes. El gran reto es producir mejor y más rápido y no generar barreras en el traspaso de productos entre los tres países”, apuntó el presidente de la AMID.
Un sector en crecimiento
La incertidumbre que en la industria de los dispositivos médicos se ha generado alrededor de la revisión del T-MEC por posibles ajustes a las políticas arancelarias tampoco han generado un impacto negativo en el sector en México.
Joao Carapeto detalló que hasta el momento no hay una afectación en los procesos de manufactura, incluso proyecta que la industria alcance un valor de 8,354 millones de dólares hacia el cierre de este año, con un empuje por la innovación y la expectativa de positiva de la revisión del T-MEC.
“Como sector empresarial estamos acostumbrados a trabajar con base en la incertidumbre, es algo normal y estamos más enfocados a la contribución de la industria”, declaró.
En tanto, el intercambio comercial en el sector no para. El 96.7% de los dispositivos médicos hechos en México –como jeringas, marcapasos y sistemas de hemodiálisis, por mencionar algunos–, son enviados a Estados Unidos. México recibe el 66% de los dispositivos manufacturados en Estados Unidos.