El aceite de oliva de mil años, el sabor más fresco de España
Esta vista ha recibido a los viajeros desde hace miles de años.
El Mar de las Olivas se encuentra a dos horas al sur de Barcelona, en las planicies de Montsià, en el sur de Cataluña.
Aquí, los olivares se extienden hasta donde alcanza la vista, refugiados entre dos pequeñas cadenas montañosas, en un amplio valle cerca de la desembocadura del río Ebro. Pero no son olivos cualesquiera: en esta zona está la mayor concentración de olivos milenarios de todo el mundo.
Para que pueda decirse que uno de estos antiguos olivos es milenario, el diámetro del tronco a una altura de 1.3 metros tiene que ser de más de 3.5 metros.
Se cree que hay más de 4,400 árboles de mil años de antigüedad; estos árboles ya se ubicaron y catalogaron, aunque hay muchos más que esperan a que los descubran.
Como la mayoría de estos árboles siguen produciendo aceite, los clientes de todas partes del mundo empiezan a hacerse adeptos a este sabor antiguo.
El olivo más antiguo del mundo
Cerca del pueblito de Ulldecona se encuentra un espécimen único de este legado natural: un árbol de 1,700 años que podría ser el olivo más antiguo que se ha datado científicamente en todo el mundo.
Los investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid usaron técnicas avanzadas de láser para determinar de forma concluyente que este árbol, llamado Farga de l'Airón, data de principios del siglo IV. Esta época coincide con el reinado del emperador romano Constantino el Grande, quien gobernó Bretaña, Galia e Hispania.
La mayoría de los árboles antiguos de esta zona pertenecen a la variedad Farga, un olivo ancestral endémico.
"Es difícil encontrar un olivo Farga que tenga menos de 200 años", explicó Jaume Antich, exalcalde de Ulldecona y asesor de Taula del Senia, organización que se encarga de la conservación de los árboles y de promover el turismo.
"Tienden a ser menos productivos que otras variedades, por lo tanto perdieron el favor del público durante mucho tiempo".
Un bien valioso
Hasta hace muy poco, como explica Antich, los olivos Farga se talaron y se reemplazaron con variedades más productivas o simplemente se desarraigaron y se vendieron como decoración para jardines.
Sin embargo, la mayoría de los árboles milenarios sigue siendo productiva. La popularidad creciente de la dieta mediterránea y el interés creciente de los consumidores por la procedencia de los alimentos ha abierto oportunidades nuevas para los empresarios del aceite de oliva.
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"Hasta hace poco nos dimos cuenta de que estos árboles son un bien valioso, la gente está dispuesta a pagar por la experiencia de probar un aceite de oliva de origen tan singular", dijo Antich.
Amador Peset era carpintero, pero cuando terminó el auge de la construcción en España, hace unos años, el hombre de 37 años decidió dedicarse al aceite de oliva.
Como reconoció el potencial de los olivos antiguos, fundó su propia marca de aceite milenario: Thiarjulia, nombre romano de su pueblo natal, Traiguera.
El buscador de árboles
Peset comenzó con una pequeña huerta de árboles milenarios y ahora viaja por toda la región buscando otros árboles antiguos que suelen sufrir el abandono de los terratenientes.
Usualmente llega a un acuerdo con los dueños para cosechar las aceitunas de árboles específicos para incorporarlas a su producción.
"Se ha vuelto como una obsesión", cuenta. "Me encanta encontrar estos árboles y ponerlos de nuevo en producción".
Su producción anual de aceite de oliva milenario ronda los 800 litros, procedentes de aceitunas de más de cien árboles dispersos. Es una gota en el océano de la producción española de aceite de oliva, que entre 2015 y 2016 fue de 1.4 millones de toneladas métricas, cerca de la mitad de la producción mundial de aceite de oliva.
Sin embargo, Peset encontró un mercado lucrativo para su aceite en China y otros países asiáticos. Sus botellas de 100 ml con aceite milenario infundido con azafrán no solo se usan para comer, sino también para fabricar cosméticos.
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Otros nueve productores locales también se dedican al aceite milenario y cada uno tiene su propia marca. Se implementó un sistema de certificación para garantizar la procedencia de los aceites de oliva milenarios y para apuntalar su imagen entre los consumidores.
Paseos a los olivares
Un paseo por el museo al aire libre de la hacienda de Arión, en donde se encuentra el que supuestamente es el olivo más antiguo del mundo, te da una idea de por qué estos olivares atraen cada vez a más visitantes.
Los siglos han dejado su huella en estos árboles monumentales: su tronco, ancho, robusto y retorcido, se ha vuelto una escultura viviente. Todos son únicos, pero contribuyen a crear un todo armónico.
El paseo por los olivares se puede complementar con una visita a los vestigios de un asentamiento ibérico que data de alrededor del año 660 a.C.
Moleta del Remei
Este es uno de los sitios mejor preservados; aquí puedes imaginarte la vida que llevaban los habitantes de estas tierras hace 2,600 años.
Esto existía mucho antes de la llegada de los romanos y los cartagineses, quienes transformaron esta región en un campo de batalla por la hegemonía del Mediterráneo.
Las armadas de estas superpotencias de la antigüedad se enfrentaron a la vista del pueblo en la decisiva batalla del Ebro, en el año 217 a. C.
Quienes buscan artefactos más antiguos no pueden perderse las pinturas rupestres de Serra de Godall. Aquí, un grupo de cazadores dejó su marca pictórica en una serie de refugios de roca, hace unos 8,000 años.
Las sorprendentes escenas de cacería componen uno de los pocos sitios de pinturas rupestres en el Mediterráneo en el que se pintaron mujeres y pueden verse claramente, muy de cerca.
Como pueden ver, los árboles más antiguos pueden verse jóvenes al lado de algunos de los vestigios que los rodean.
Al reclamar sus olivos antiguos, los habitantes de este rincón poco visitado del Mediterráneo no solo están aprovechando un recurso económico sostenible, sino que restablecen un lazo directo con su pasado lejano.
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Cómo llegar
Ulldecona
Aunque se puede llegar a Ulldecona en tren, recomendamos hacer el viaje en auto. El servicio local de trenes es poco frecuente y los diversos sitios de interés están esparcidos a varios kilómetros del centro del pueblo.
Desde la autopista AP-7 (Barcelona-Valencia), toma la salida 42 y luego la carretera T-332 durante unos cinco kilómetros.
Se pueden reservar recorridos guiados a los olivares milenarios en la Oficina de Información Turística de Ulldecona. El paquete estándar cuesta 10 euros (unos 250 pesos) por persona e incluye una visita guiada al museo al aire libre de los olivos milenarios de la hacienda de Airón (al que solo se puede entrar en un recorrido guiado), al castillo medieval de Ulldecona y a las pinturas rupestres de Serra de Godall.
También se venden aceites de oliva milenarios en la Oficina de Turismo.
Turisme Ulldecona : Passeig de l'Estació s/n, 43550 Ulldecona, Cataluña, España; +34977573394
También se puede catar los aceites en los restaurantes galardonados con estrellas Michelin Les Moles y L'Antic Molí, en Ulldecona.
Les Moles : Carretera de La Sènia km 2, 43550 Ulldecona; +34977573224
L'Antic Molí : Barri Castell, 43559 El Castell, Ulldecona; +34977570893
Serra de Godall y Moleta del Remei
Para visitar las pinturas rupestres, dirígete al Centre d'Interpretació de l'Art Rupestre, situado junto a la Ermita de la Pietat. Sigue el camino de Ulldecona a Tortosa durante unos cuatro kilómetros.
Se recomienda reservar con anticipación, ya sea por teléfono al +34653937204 o a través de la Oficina de Turismo de Ulldecona.
Centre d'Interpretació de l'Art Rupestre : C. de la Pedrera, Ulldecona, Tarragona
Para llegar a la zona arqueológica de Moleta del Remei, sigue el camino de Ulldecona a Alcanar por unos dos kilómetros. Se pueden reservar recorridos guiados en la Oficina de Turismo de Ulldecona.
Moleta del Remei: 43530 Alcanar, Cataluña, España; +34977737639.