Los relojes más geniales que han adornado la pantalla grande

Las marcas suelen pagar enormes sumas de dinero para imponer al espectador sus mercancías, entre ellas lujosos relojes.
Casino Royale (2006) Omega ha sido la elección de todos los James Bond de la pantalla grande desde 1995, después de Rolex, Seiko y TAG Heuer. (Foto: Copyright Omega S.A.)

Este artículo es parte de una serie dedicada a la feria Baselworld 2017.

(CNN) — Mucho antes de que la colocación de productos fuera algo común, los automóviles, los relojes, las plumas, las cámaras, los refrescos y otros artículos identificables se elegían como utilería según lo adecuados que fueran para el caso.

Piensen en la cámara Exakta VX con objetivo ultralargo de James Stewart en La ventana indiscreta, ideal para un fotógrafo profesional y particularmente para uno que espía a su vecina desde lejos; o en las consolas de carrete abierto que usó Gene Hackman en La conversación.

Hoy en día, se exige que en los créditos finales de una película se establezca qué clase de colocación de producto se utilizó. Tristemente ocurren errores y hay sitios web dedicados a los errores en la pantalla. Por cada jefe de utilería fastidioso, como el que se aseguró de la veracidad de la serie de televisión Mad Men, hay otros que no se dieron cuenta de que los relojes de cuarzo no existían en 1941.

Ocasionalmente, los cineastas piden ciertos productos en vez de que los promuevan las marcas, que suelen pagar enormes sumas de dinero para imponer al espectador sus mercancías a menudo inapropiadas, con lo que destruyen cualquier intención de dejar a un lado el sentido crítico (en el caso de los geeks como yo). Los relojes son de los principales culpables.

La marca predilecta de los cineastas

Desde hace más de 60 años,

ha sido la marca predilecta de los cineastas que necesitan relojes de pulsera adecuados, particularmente si son relojes "utilitarios" usados para cuestiones específicas.

La primera presentación reconocida de un Hamilton fue en The Frogmen, cinta de 1951 nominada al Óscar. Diez años después, Elvis Presley insistió en usar su propio Hamilton Ventura en Blue Hawaii, lo que lo llevó a la inmortalidad en el mundo de la relojería. Ese reloj es la base de toda una colección del catálogo de Hamilton que, efectivamente, lleva el nombre del cantante.

El cantante en el plató de Blue Hawaii (1961).

Más recientemente, la empresa creó una pieza única para Interestelar, cinta de 2014, con la intención de transmitir los caprichos de los viajes en el tiempo que dan vida a la historia. Pero a los coleccionistas les han fascinado los modelos que Hamilton diseñó hace poco menos de medio siglo para la épica cinta de Stanley Kubrick, 2001: Odisea del espacio.

Si vemos el film hoy, los únicos elementos anticuados en la cinta son los relacionados con la tecnología (los efectos especiales siguen siendo asombrosos). Kubrick no previó la llegada de los televisores planos, de las tabletas ni de otros dispositivos electrónicos que puedes comprar hoy en día en cualquier zona comercial… o en internet, concepto desconocido en esa época.

2001: Odisea del espacio (1968).

No obstante, Hamilton estuvo a la altura del desafío y creó para Kubrick unos relojes nunca antes vistos. Aunque parecían salidos de la serie animada de Los Supersónicos, tenían funciones mecánicas y esferas analógicas. Como ocurre con los comunicadores de Star Trek, su futurismo ahora parece casi ingenuo.

Un homenaje a una obra maestra

Hamilton tiene listo el lanzamiento en 2017 del ODC X-03, un homenaje a la obra maestra de Kubrick. Sus predecesores, el X-01 y el X-02, surgieron en ediciones limitadas en 2006 y 2009. Al igual que el X-02, cuenta con tres movimientos diferentes, uno automático y dos de cuarzo, dentro de un cuerpo hexagonal de titanio, imposible de ignorar gracias a su recubrimiento PVD (deposición física de vapor, por sus siglas en inglés).

El Hamilton OCD X-03.

Para reforzar el tema del espacio, parece que las tres esferas inferiores orbitan en el fondo de la esfera principal, que es un mapa realista de Júpiter impreso en 3D y tallado con láser. Las coronas están integradas ingeniosamente al cuerpo y el dorso está grabado con datos curiosos sobre el gigante gaseoso.

El ODC X-3 cuenta con una correa de tela con recubrimiento de cuero, lo que evoca las innovadoras correas de velcro de los cronógrafos Omega Speedmaster Professional que se daban a los astronautas de la NASA en la década de 1960.

El ODC X-03 vendrá dentro de un empaque coleccionable y saldrá en edición limitada a 999 piezas.

Casi lo olvido: el error de ubicar un reloj de cuarzo en una película que se desarrolla 30 años antes de que la tecnología existiera ocurrió en la cinta Pearl Harbor.

Y ese reloj era un Hamilton.