Pese a que las condiciones están dadas para un aumento en la demanda de aviones, el fabricante europeo reconoce que la interrupción en la disponibilidad de algunos componentes ha retrasado la manufactura de equipos, lo que ha derivado en entregas retrasadas.
“La cadena de suministro está afectada en este negocio como en prácticamente todos los demás; es un poco el efecto Covid todavía. Nosotros estamos haciendo un ramp-up de nuestra producción; cuando llegó el Covid recortamos la producción del A320 de 60 a 40 aviones al mes. El año pasado volvimos a empezar a crecer producción, y queremos pasar de 40 a 65 aviones a mediados del año que viene”, dice el directivo a Expansión durante la 78 Asamblea Anual de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por su sigla en inglés).
En México, Airbus es el único proveedor de los aviones de Volaris y Viva Aerobus, que utilizan equipos como el A320 –el avión más popular del país–, el A321 y sus versiones neo. Aunque ambas aerolíneas han dejado ver agresivas estrategias de crecimiento en rutas y frecuencias, estos planes se están viendo interrumpidos por el retraso en la entrega de equipos.
En concreto, la escasez de algunos componentes como los microprocesadores –que también ha afectado a otras industrias, como la electrónica y la automotriz– ha complicado el ensamblaje de aviones.
“Es un proceso productivo, de suministro y logístico muy complejo, entonces necesitas que prácticamente todo esté a tiempo. Es una combinación de todo, pues a veces la pieza no está en el momento adecuado, no llega, etcétera. Cada que nosotros entregamos un avión, la industria automotriz entrega 40,000 autos; el número de microprocesadores que se necesita para automotriz es mucho mayor, nuestros semiconductores son de más valor agregado”, dijo el directivo.
Pese a la situación, la compañía no ha parado de promocionar nuevos equipos en la región, como fue el caso del avión A220, que por ahora ninguna aerolínea mexicana opera, pero que fue mostrado a personal de Aeroméxico, que a la fecha opera con equipos del fabricante estadounidense Boeing, así como con una flota de Embraer que se reduce cada vez más.
“El A220 es un avión al que le va a ir muy bien en la región, es perfecto para desarrollar rutas más pequeñas que con el A320, por ejemplo. Puede ser buen complemento para aerolíneas que tienen aviones de un solo pasillo tener un módulo más pequeño, que les permita ser más eficientes en sus rutas”, concluyó Barreira.