Esas compras "a menudo pueden dañar nuestras finanzas más que beneficiar nuestras vidas en la forma en que pensamos que lo harían en las redes sociales", indicó Sarah Foster, analista de Bankrate en el blog de esta financiera.
Pero las redes sociales no solamente provocan peores tomas de decisiones de compra. También parecen ser culpables de que los más jóvenes se sientan más culpables y tristes con relación a su situación financiera.
La explicación, según el estudio de Bankrate, radicaría en que Instagram y Tik-Tok provocan comparaciones irreales entre la riqueza que aparentan los influencers y la que los propios jóvenes tienen.
“Los influencers juegan un papel importante en la presión para realizar compras impulsivas en las plataformas de redes sociales. Mucha gente siente que ellos también podrían ser tan glamorosos si tan solo tuvieran ese codiciado traje de baño o un par de zapatos”, indica Foster, una de las autoras del estudio.
El 44% de los millennials encuestados indicó que las redes sociales los hacían sentir mal con respecto a su apariencia, pero también en cuanto al éxito que tienen en sus carreras, su hogar y las situación de sus relaciones personales.
“Las redes sociales distorsionan la realidad en el sentido de que dan lo mejor de sí mismas y, a veces, retratan versiones poco realistas de sí mismas (…) No sabes si alguien se endeudó mucho para financiar esas increíbles vacaciones (…) Esto puede conducir a un tipo de competencia”, indicaTed Rossman, analista sénior de la industria de tarjetas de crédito en Bankrate.