Usos
La versatilidad del microcemento hace que cada vez esté más presente en remodelaciones de viviendas particulares, locales comerciales y en grandes superficies como deportivos, naves industriales, hoteles o restaurantes.
El material es totalmente impermeable, por lo que el microcemento se está utilizando en suelos y paredes de cocinas, baños y exteriores como terrazas.
Además, resiste bastante bien el tránsito de personas y los productos de limpieza más agresivos.
Y dado que soporta la constante limpieza también se usa en hospitales y empresas de alimentación.
El microcemento también se está utilizando para remodelar oficinas, ya que se puede cambiar mobiliario de la recepción y el piso en muy poco tiempo.
Las tiendas departamentales como Palacio de Hierro y locales comerciales de North Face, Lacoste y Adolfo Dominguez también están utilizando microcemento para darle una apariencia de concreto moderno a su interior.
Las piscinas también se pueden revestir en su alrededor con microcemento, ya que es antideslizante, impermeable y resiste los rayos UV.
Aplicación
En cualquier inmueble se puede aplicar el microcemento, sin necesidad de quitar el material previo ya que todo se recubre.
La variante Ómicron tiene más asintomáticos, una clave de su rápida propagación
La aplicación del microcemento es de unos 50 metros cuadrados por día, pero depende de las características de la superficie y el área a cubrir.
A diferencia del concreto que requiere colarlo y hacer una cama de mínimo 7 o 10 centímetros y esperar a que descanse unos cinco días, el microcemento se aplica y a las 24 horas ya está listo.
Este material tampoco requiere de juntas de dilatación, por lo que queda una superficie continua.
En cuanto a costos, su precio varía dependiendo del tamaño de la superficie y el color, pero ronda entre los 850 y mil pesos por metro cuadrado.