OPI de Uber no despierta apetito de inversionistas
Pese a la expectativa en torno a su salida a bolsa, Uber no logró despertar el apetito de los inversionistas durante su salida al mercado de valores.
La tecnológica arrancó el día con una caída de 9% en el precio de sus acciones, listadas en la banda baja de 44 dólares por unidad; a media jornada, los títulos de la empresa alcanzaron un mínimo de 42 dólares por acción, lo cual los dejó por debajo del precio de salida inicial.
Al cierre de la jornada, el precio de las acciones de Uber acumuló una caída de 7.4%, lo cual representó una pérdida en valor de capitalización de 6,000 millones de dólares.
Uber inició con un valor de 82,100 millones de dólares que cayó a 76,100 millones de dólares al término del día, según los datos bursátiles.
Tras el cierre de la jornada, el precio tocó otro mínimo de 41.5 dólares por acción.
Juan Carlos Minero, director de inversiones de Black Wallstreet Capital México, dijo que pese a la anticipación por esta Oferta Pública Inicial (OPI), los inversionistas ven a Uber con incertidumbre y en medio de un entorno económico complicado, la colocación, no logró despertar el apetito.
“El problema es que no es rentable. Sí genera dinero pero sus gastos son considerables y eso le causa ruido a los inversionistas. Además, se listaron en la banda baja y eso suponía que no habría tanta demanda en el mercado como esperaban porque hay mucha incertidumbre, y más, en el entorno de factores económicos como la guerra comercial de Estados Unidos y China, no fue un buen momento para salir”, dijo en entrevista con Expansión.
Minero añadió que otro factor en contra de Uber en su colocación es el antecedente de Lyft, su competidor, que hace un mes saltó al mercado y tampoco tuvo la recepción esperada.
Hacia el fin de 2019, Minero, estimó que el precio de las acciones de Uber podría bajar aún más a un rango de 10 o 15% por debajo de su precio inicial de salida.
El analista advirtió que pese al apetito por estas marcas, los inversionistas ven un alto riesgo en que su tamaño y conflictos con autoridades locales y miembros del sector, como los choferes y transportistas, no les permitan mantener el ritmo de crecimiento.
“Entre 1995 y 2005 la edad promedio en que salían a bolsa las empresas era de tres años y ahora son 11, ya son muy grandes y hay riesgo de cómo se pueden comportar”, dijo