Eso sería difícil de lograr sin elevar los precios del petróleo y la gasolina, que ya están subiendo. Irak es uno de los productores de petróleo más importantes del planeta. Marginar la producción de Irak exacerbaría los temores de un impacto al suministro que estallaron después de que Trump ordenó el ataque con drones que mató a un alto comandante iraní en Bagdad la semana pasada.
“Si hubiera sanciones al estilo de Irán que volvieran tóxico el petróleo iraquí para el resto del mundo, los precios subirían considerablemente”, dijo Bob McNally, presidente de la consultora Rapidan Energy Group.
Esa es exactamente la razón por la cual los analistas no creen que Trump cumpla con su amenaza, especialmente con las elecciones presidenciales a solo 10 meses de distancia. Hizo la declaración después de que el parlamento iraquí votó el domingo para obligar a su gobierno a trabajar para poner fin a la presencia de todas las tropas extranjeras en suelo iraquí.
“Eso sería realmente alcista para los precios de la gasolina y, por lo tanto, dañaría la economía y las posibilidades de elección de Trump”, dijo McNally.
El asesinato dirigido de Qasem Soleimani, un alto comandante iraní, causó que el precio del petróleo Brent superara los 70 dólares por barril el lunes. El crudo estadounidense también alcanzó los 63 dólares por barril. Ninguno de esos movimientos indica un pánico absoluto, pero los inversionistas están claramente preocupados por la amenaza de un impacto en el precio del petróleo provocado por la promesa de Irán de tomar represalias por el ataque con drones.
Irak es el segundo productor de petróleo dentro de la OPEP, solo por detrás de Arabia Saudita. Produjo 4.6 millones de barriles de crudo por día en noviembre, muy por encima de los 3.1 millones de barriles producidos por Emiratos Árabes Unidos, el participante número tres de la OPEP.
En términos más generales, se espera que Irak sea el tercer mayor contribuyente al suministro mundial de petróleo hasta 2030, de acuerdo con la Agencia Internacional de Energía.
Estados Unidos depende del petróleo iraquí para mantener la economía estadounidense en marcha. Las importaciones de petróleo de Estados Unidos desde Iraq alcanzaron los 252,000 barriles por día (bpd) en octubre, según las estadísticas más recientes del gobierno estadounidense. Eso convierte a al país asiático en la cuarta mayor fuente de petróleo extranjero para Estados Unidos, detrás de Canadá, México y Arabia Saudita.