En México, los rendimientos de los bonos han ido a la baja; sin embargo, el nivel de la inflación (3.54%) y el rendimiento de los bonos del Banco de México (que es de 5.61% a 10 años) mantienen una relación aún atractiva, esto mientras el tipo de cambio del peso frente al dólar no se desplome.
A pesar del aumento de la inflación en enero (que pasó de 3.15% en diciembre a 3.54% en enero), no se considera que sea algo que “deba quitarle el sueño al inversionista mexicano que invierte en activos locales”, a decir de Esteban Polidura, director de asesoría y productos para la región de América para la institución financiera suiza Julius Baer que gestiona 484,000 millones de dólares.
El tema se vuelve preocupante cuando los inversionistas tienen -como casi todos suelen tener- una parte de su portafolio invertido en bonos de la Reserva Federal de Estados Unidos (la llamada Fed). El retorno de los bonos de la Fed a 10 años ha repuntado a 1.4%, mientras que la inflación en Estados Unidos se ubicó en 1.4% anual, lo que comienza a verse como un riesgo sobre las ganancias virtuales en los portafolios que contienen estos instrumentos.
Para algunos analistas como Esty Dwek, jefa de estrategia global del gestor de fondos Natixis IM, el riesgo frente al alza en la inflación no es tan severo debido a que se considera que no se sostendrá tanto tiempo. “Esperamos que la Reserva Federal lo perciba, como nosotros, como algo transitorio”, escribió Dwek en un reporte. Sin embargo, las percepciones de cada inversionista también entran en juego, por lo que pueden estar buscando opciones para escudar el portafolio internacional frente al riesgo inflacionario.