Mientras los inversionistas abandonan el crédito mexicano en medio de una debilidad de la moneda y un aumento de los rendimientos del Tesoro de Estados Unidos, aún queda un foco de valor: los bonos vinculados a la inflación conocidos como udibonos.
Si bien no son inmunes a la liquidación de renta fija generalizada en México, los udibonos han mostrado un rendimiento ampliamente superior al de otros tipos de valores de deuda. Los que vencen en 2031 han perdido solo 0.8% desde el comienzo del año, en términos nominales. Eso se compara con una caída de 9.2% en los bonos en pesos con vencimiento equivalente.
Los inversionistas se están aferrando a los bonos vinculados a la inflación después de que las expectativas inflacionarias de México aumentaran tras una reciente serie de sorpresas en los precios al consumidor. Los aumentos de precios más rápidos de lo esperado hasta mediados de marzo obligaron al banco central a mantener las tasas de interés estables en 4% la semana pasada, un brusco giro frente a comunicaciones anteriores que señalaban nuevos recortes. El último indicador de inflación ahora registra un aumento de 4.12% interanual, el más alto desde mayo de 2019 y que supera el rango meta del banco central, de entre 2% y 4%.