Esta cautela ya se observa en el desempeño reciente del principal índice de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV). En septiembre, el S&P/BMV IPC retrocedió 3.6%. Además, las posiciones de extranjeros en títulos de renta variable pasaron de 163,357.2 millones de dólares a 152,331.6 millones de dólares, una baja de 6.7%, de acuerdo con datos de Banxico.
Si bien, el alza de las tasas resta atractivo a las acciones, en el corto plazo, saca brillo al mercado de deuda, en particular de los países high yield, como México. Los certificados bursátiles a 28 y 365 días cotizan en 4.79% y 6.09%, respectivamente. Un nivel más atractivo desde el rendimiento de 4% y 4.78% que ofrecían los mismos instrumentos antes de que Banxico comenzara a aplicar una política monetaria restrictiva.
La tasa de interés es una manera de atraer inversionistas a países en los que no confían del todo, ya sea porque han tenido depreciaciones en sus monedas o inflaciones que se han salido de control. “Ese premio tiene que ver con riesgo sistemático de la economía o del mercado entre otros factores”, dice Gabriela Siller, directora de Análisis Económico y Financiero de Banco Base.
Por lo pronto, el escenario en la inflación no parece mejorar. En su última revisión, el Banco de México prevé que la inflación regrese a su rango objetivo, de 3% +/-1 punto porcentual, hasta el segundo trimestre de 2023. Un escenario que para el subgobernador Jonathan Heath se percibe como algo “no tan temporal”
No es la única previsión que sale del rango. El Fondo Monetario Internacional, que mantiene el mantra de la temporalidad en la inflación, prevé que en países desarrollados la inflación cerrará este año con un promedio de 3.6 %, hasta reducirse a 2% a mediados de 2022. Mientras que en las economías emergentes, el alza generalizada en los precios será de 6.8% a finales de 2021, para después reducir su paso hasta una tasa de 4% a mitad del próximo año.
La pesadilla que enfrentan los bancos centrales para mantener la inflación bajo control aparentemente tiene su raíz en la escalada de precios de alimentos y energéticos. Tal es el caso del Índice Nacional de Precios al Consumidor que se ubicó en 6% en su tasa anual en septiembre, sumando siete meses consecutivos fuera del rango de Banxico. Y los analistas anticipan que la subida de tasas de interés continuará y con ello un menor apetito en el mercado de capitales.
Para Ignacio Saralegui, estratega de inversiones del gestor de activos Vanguard Latinoamérica, el inversionista con una meta de largo plazo debe tener en cuenta cómo la inflación va afectar el manejo de las tasas y a los portafolios de inversión. Al final, las decisiones de política monetaria “van a afectar la economía y el mercado”, señala.