Pero una posible incursión de tropas no sólo afecta al precio del petróleo, los commodities como el trigo, gas y otros metales también se ven impactados.
“Un conflicto entre las dos naciones y/o unas duras sanciones contra Rusia podrían tensar considerablemente los mercados de materias primas”, destacó Warren Patterson, jefe de la estrategia de commodities para la firma neerlandesa ING en Singapur. No es el único en pensar que los commodities sentirían los efectos de desatarse una guerra en Europa del Este.
Estas conclusiones se sustentan en el hecho de que Rusia es una potencia en materias primas. Es el segundo exportador de gas natural y el cuarto exportador de crudo a nivel mundial. Además, es uno de los principales proveedores de aluminio, cobre y paladio, y es el más grande exportador de trigo, con 36.5 millones de toneladas métricas entre 2021 a 2022, según estimaciones de S&P Global Platts Analytics.
La sola idea de un enfrentamiento bélico impulsó el precio de los contratos de trigo a un máximo de 7.65 dólares por bushel a finales de enero pasado, un nivel no visto en casi una década, desde enero de 2013. El precio del aluminio tocó los 3,380 dólares por tonelada en esa misma fecha, un máximo desde julio de 2018. De igual manera, a finales de enero, el punto de referencia europeo para el gas natural se situó en unos 90 euros por megavatio por hora, frente a los 70 euros de principios de año.
“Probablemente habría un aumento generalizado en los precios de las materias primas a raíz de una invasión rusa total, dada la posición del país como una gran tienda mundial de materias primas y un contexto de mercado ya ajustado", señaló en una nota el banco de inversión RBS Capital Markets.