El Brent ha perdido casi 40 dólares desde los máximos de 14 años alcanzados el 7 de marzo, mientras que el crudo WTI ha caído más de 30 dólares por barril desde que alcanzó un techo desde el 2008 hace casi una semana.
Los precios del crudo ampliaban sus pérdidas tras el descenso del 5% del lunes, después de que el alza de las infecciones diarias de COVID-19 en China suscitara la inquietud por los enormes costos económicos de las duras medidas de contención del país.
El descenso de los precios se aceleró después de que el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergi Lavrov, declaró el martes que Moscú está a favor de que el acuerdo nuclear con Irán de 2015 se reanude lo antes posible y que espera que Washington levante las sanciones a Teherán.
Las conversaciones para reanudar el acuerdo nuclear, que supondría el levantamiento de las sanciones al sector petrolero iraní, se estancaron recientemente debido a las exigencias rusas.
Ante el descenso del precio del petróleo, las acciones del sector energético caían al rededor de 4%, encabezando las bajas Chevron, con un descenso de 6.1% y Exxon, con una pérdida de 4.8%.
En su informe mensual, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) mantuvo su opinión de que la demanda mundial de petróleo aumentaría 4.15 millones de barriles por día (bpd) en 2022. Sin embargo, la OPEP afirmó que la guerra en Ucrania y la continua preocupación por el COVID-19 estaban reconfigurando la economía mundial, y dijo que esto tendría un impacto negativo a corto plazo en el crecimiento global.
El informe mostró que la producción de la OPEP en febrero aumentó 440,000 bpd a 28.47 millones de bpd, superando por primera vez el alza de 254,000 bpd que la OPEP tiene permitida en virtud del acuerdo en 2022.
Con información de Reuters.