El auge de las criptomonedas representó para muchos estadounidenses la oportunidad de liberarse de las cadenas que supone un trabajo asalariado. Hasta noviembre de 2021, se calculaba que el 4% de la fuerza laboral en Estados Unidos había abandonado su trabajo formal gracias a las criptomonedas, según un estudio de Civic Science.
Pero el desencanto llegó con 2022, cuando una serie de factores monetarios y hasta geopolíticos, como la guerra en Ucrania, hizo que el Bitcoin perdiera el 50% del valor que había alcanzado unos meses antes. Pasó de valer 67,566 dólares, a finales de 2021, a solo 30,948 dólares al 15 de mayo de 2022.
Los mexicanos no fueron ajenos a la fiebre del ‘oro’ virtual de las criptomonedas. Hasta octubre de 2021, se calculaba que el 12% de la población adulta en México poseía criptomonedas, de acuerdo con un estudio de la plataforma Finder.
Por eso, no debería sorprender que, ahora, cuando se habla de un ‘invierno cripto’, haya miles de mexicanos preocupados por la pérdida de sus inversiones, ahorros y, por supuesto, libertad financiera.
De la afición, a las ganancias y luego a las pérdidas
Isaac contó su historia a Expansión. Él es originario de la Ciudad de México y egresado de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México. Se mudó a California antes de la pandemia, donde reside con su esposa, también economista.