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El peso mexicano es una de las monedas más fuertes de los mercados emergentes

La moneda mexicana terminó el semestre en 20.1353 pesos por dólar, una apreciación de 1.8% en el periodo, lo que la convierte en una de las monedas más fuertes entre los mercados emergentes.
vie 01 julio 2022 03:13 PM
Monedas emergentes
La lira turca fue de las monedas más depreciadas frente al dólar con 25.4%, mientras que el peso se apreció 1.81%.

En el primer semestre del 2022, el peso logró posicionarse como la cuarta divisa emergente con mejor desempeño, pese a que el índice dólar alcanzó niveles no vistos en 20 años, gracias a que es una de las divisas más negociadas en el mundo, al aumento de la tasa de interés del Banco de México (Banxico) y, por el crecimiento de las exportaciones y remesas.

Según datos del Banxico, la moneda mexicana terminó el semestre en 20.1353 unidades, con una apreciación de 1.81% respecto a los 20.5075 pesos por dólar al final del 2021. Otras de las divisas que lograron apreciarse al cierre de junio fueron el rublo ruso, con 31.1%; el real brasileño, con 5.6% y el sol peruano, con 4.3%.

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James Salazar, subdirector de análisis económico de CI Banco, mencionó que el comportamiento del peso sorprendió en la primera mitad del año, principalmente por los tiempos de mucha volatilidad que se generaron a partir del tema de Ucrania, los confinamientos en China y las presiones inflacionarias.

“El elemento central que justifica este comportamiento positivo del peso, es que en términos relativos sigue estando bien posicionado en la parte de los rendimientos reales, es decir, una vez que las tasas nominales le descuentas la inflación, en el caso de México, pinta mejor que, por ejemplo, Estados Unidos, porque ambos países tienen inflaciones muy parecidas pero las tasas de fondeo existe una gran diferencia, y en ese sentido han jugado a favor las decisiones que ha tomado el Banco de México”, dijo Salazar.

El peso se mantiene fuerte, pese a que el índice dólar (DXY) alcanzó su mayor nivel en 20 años (105.8 puntos) a mediados de junio, por ser una de las monedas de refugio más recurrentes entre los operadores del mercado de dinero en temporadas de alta volatilidad.

Las monedas emergentes que resintieron la fortaleza de la moneda estadounidense fueron la lira turca, con una depreciación de 25.4%; el peso argentino, con 21.9%; el forínt húngaro, con 16.5% y el zloty polaco, con 11.1%.

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“El tipo de cambio ha sorprendido, ha sido una de las divisas con mayor fuerza en Latinoamérica. Yo rescataría mucho la resistencia del tipo de cambio ante la subida del índice dólar durante el primer semestre, esto por un lado por la política monetaria del Banxico y por el otro, la búsqueda (o mayor demanda) del peso para hacer inversiones en el país”, comentó Moisés Romano, analista de Masari.

Sin embargo, no todo fue fiesta para la divisa mexicana, ya que durante el último mes (junio) se registró una depreciación de 2.3%, y de 1.23% en el tercer trimestre.

“La depreciación del peso en junio fue consecuencia de un fortalecimiento del dólar estadounidense de 2.68% durante el periodo, luego de que la Reserva Federal envió la señal de que adoptarán una postura monetaria restrictiva a un ritmo más acelerado. El 15 de junio, la Fed subió su tasa de interés en 75 puntos base a un rango entre 1.50 y 1.75%, siendo el incremento más agresivo desde noviembre de 1994”, dijo Gabriela Siller, directora de análisis económico de Banco Base.

Aún así, en el segundo trimestre, el peso se ubicó como la moneda menos depreciada entre las monedas de economías emergentes. Las mayores caídas en valor fueron el peso chileno, con 16.6%; el forínt húngaro, con 14%; la lira turca, con 13.8% y el peso argentino, con 12.8%.

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¿Qué le espera al peso en el segundo semestre del 2022?

Los especialistas coincidieron en que los operadores del mercado de dinero estarán centrados en temas como la inflación, la política monetaria de los principales bancos centrales y las expectativas sobre una la recesión económica en EU.

“El tema central seguirá siendo el riesgo de recesión económica global. Dependiendo de los datos económicos, sobre todo inflación y las implicaciones que tendría en los futuros pasos de la Fed será el comportamiento de la moneda mexicana”, indicó Salazar.

El especialista agregó que con cada dato, se irá evaluando si baja o no el riesgo de recesión. Así, el margen para que la fortaleza relativa de la moneda se mantenga quizá hasta el tercer trimestre y presionarse un poco hacia fin de año y cerrar alrededor de 20.85 pesos por dólar.

“Se esperaría que el dólar se mantenga fuerte debido a que se encuentra más adelantado en el ciclo de aumento de tasas, pero el movimiento será más moderado respecto a otras monedas duras”, mencionó Jacobo Rodríguez, director de análisis económico de BWC.

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