En el primer semestre del 2022, el peso logró posicionarse como la cuarta divisa emergente con mejor desempeño, pese a que el índice dólar alcanzó niveles no vistos en 20 años, gracias a que es una de las divisas más negociadas en el mundo, al aumento de la tasa de interés del Banco de México (Banxico) y, por el crecimiento de las exportaciones y remesas.
Según datos del Banxico, la moneda mexicana terminó el semestre en 20.1353 unidades, con una apreciación de 1.81% respecto a los 20.5075 pesos por dólar al final del 2021. Otras de las divisas que lograron apreciarse al cierre de junio fueron el rublo ruso, con 31.1%; el real brasileño, con 5.6% y el sol peruano, con 4.3%.