La semana pasada, ambos referenciales registraron su segundo declive semanal consecutivo, ya que los decepcionantes datos económicos chinos hicieron temer por el crecimiento de la demanda en el mayor importador mundial de crudo.
Ello contribuía a borrar el impulso de los precios después de que Arabia Saudita se comprometiera a recortar la producción en julio en 1 millón de barriles diarios (bpd).
"Los precios del petróleo están atrapados en un choque entre dos fuerzas opuestas: los bajistas que apuntan a una contracción monetaria y los alcistas que esperan menores inventarios en el segundo semestre de 2013", dijo Francisco Blanch, de Bank of America Global Research, en una nota.
"Los bajistas mantendrán la ventaja por ahora, ya que los precios del petróleo tendrán dificultades para subir hasta que la Fed relaje la oferta monetaria", agregó. La entidad sigue esperando que el Brent se sitúe en torno a los 80 dólares por barril en 2023.
Las subidas de tasas de la Fed han fortalecido el billete verde, encareciendo las materias primas denominadas en dólares para los tenedores de otras divisas y lastrando los precios.
La mayoría de actores del mercado esperan que la Fed mantenga las tasas sin cambios cuando concluya su reunión de política monetaria de dos días el miércoles.