Entre los empresarios cuyas compañías o conglomerado no participan en Bolsa destacan algunos que facturan más de 100,000 millones de pesos al año, como Agustín Coppel Luken, de tiendas Coppel, Manuel Romo Muñoz, de Grupo Proan -productor de huevo San Juan-, Víctor González Herrera, de Farmacias Similares, Enrique y Alejandro Ramírez, de la cadena de cines Cinépolis y Julio César Villareal quien está al mando de la acerera Villacero y el grupo de servicios financieros Afirme.
El sector con más de ‘Los 100 empresarios más importantes de México’ que no participan en la Bolsa de valores es hotelería y turismo con seis: Miguel Quintana Pali de Grupo Xcaret, Daniel Chávez Morán de Grupo Vidanta, Juan Antonio Hernández Venegas de Mundo Imperial, Antonio Cosío Pando de Grupo Brisas y Olegario Vázquez Aldir de Grupo Real Turismo.
Esto ha contribuido a que el tamaño del mercado de valores mexicano no corresponda al tamaño de la economía del país. El valor de capitalización de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) equivale al 30% del PIB mexicano cuando en Estados Unidos y otras naciones el tamaño del mercado bursátil es más grande que toda la producción de un año, en algunos países como Arabia Saudita, Sudáfrica, Taiwán y Suiza, lo duplica, de acuerdo con Jacobo Rodríguez, especialista financiero en Roga Capital.
Si las compañías de estos empresarios se incorporaran al mercado accionario del país se ampliaría la oferta para los inversionistas, lo diversificaría en mayor medida y evitaría buscar alternativas en el extranjero, abonando al crecimiento de la Bolsa, señaló el especialista quien agregó que el mercado de valores está concentrado en pocas empresas y pocos sectores.