La última vez que el precio del petróleo estuvo cerca de llegar a los 150 dólares fue hace 15 años cuando se originó la peor crisis financiera del nuevo siglo; sin embargo, aunque el contexto es diferente, existen amenazas potenciales que pondrán de cabeza al mercado energético mundial.
Hace unas semanas, los inversores estaban inmersos en la incertidumbre ante la posibilidad de que el conflicto se pueda extender a otros países, incluido Irán (un productor importante), y de que continúe la escalada de los precios del petróleo y que estos puedan arrastrar al crecimiento económico de Estados Unidos y poner en peligro la tesis de los últimos meses sobre un aterrizaje suave de la Reserva Federal.
"Si la guerra se expande hasta el punto de una intervención directa de Irán y Estados Unidos, traería consecuencias económicas globales graves, elevando el precio del petróleo a más de 150 dólares el barril y desacelerando la actividad económica mientras consumidores y empresas enfrentan precios elevados", indicó Gregory Daco, economista jefe de la consultora EY en una entrevista a ABC News.
Por su parte, Rob Rubbaraman y Craig Chan, diretor y jefe global de estrategia cambiaria en Nomura Securities mencionaron que hay varias implicaciones que podría tener el conflicto en Medio Oriente en los precios de petróleo y estiman que con ello podría alcanzar los 125 dólares por barril.
"En primer lugar, es una represalia demasiado agresiva por parte de Israel que resulta en un gran número de víctimas civiles. Esto enojaría al mundo árabe, descarrilando el proceso de paz saudita-israelí, y los países del Consejo de Cooperación del Golfo podrían responder restringiendo aún más la producción de petróleo. Finalmente, en el peor de los casos, Israel podría emprender una acción militar directa contra Irán. En este escenario, podríamos ver el precio del petróleo subir por encima de los 125 dólares por barril”, añadieron los estrategas de Nomura.