Comparado con la jornada previa, el peso retrocedió 1.33% frente al dólar.
El comportamiento del peso “fue impulsado por el repunte del dólar gracias a un sentimiento de aversión al riesgo internacional, ante un posible escalamiento del conflicto geopolítico en Medio Oriente”, explicó Monex.
Otro factor que jugó en contra del peso fue que, tras darse a conocer el dato de inflación de marzo en Estados Unidos, el mercado comenzó a especular que el primer recorte a la tasa de interés de la Reserva Federal (Fed) “podría ocurrir hasta el 7 de noviembre. Además, ahora solamente se esperan dos recortes para el año”, señaló Banco Base.
“Además, en la semana se observó un repunte de la volatilidad implícita del peso a 3 meses. Esto indica que se espera más volatilidad a mediados de julio y abre la puerta para que se observen depreciaciones adicionales del peso, aunque esto dependerá de las elecciones en México el 2 de junio y del tono de las campañas electorales en Estados Unidos”, añadió.