¿Qué es el mercado de carbono?
El carbono está presente en todas partes: en la atmósfera, en los seres vivos, en plantas; también en cuerpos de agua y en forma fósil (en estado sólido, líquido y gaseoso), y es utilizado como fuente de energía, explicó Mateo Saavedra, fundador de Kolibri y especialista en diseño de estrategias de carbono.
El carbono está en equilibrio en un ciclo interminable. Sin embargo, la actividad humana ha hecho que ese equilibrio se rompa al liberar constantemente gases de efecto invernadero.
Ante este panorama, ha surgido la necesidad de reducir la misión de gases para devolver el equilibrio. “Cuando se genera una necesidad, nace un mercado”, apuntó Saavedra. Entonces, en el mercado de carbono las empresas llevan a cabo acciones para reducir la emisión de gases, para capturar el carbono de la atmósfera y para mitigar el impacto que provoca en el ambiente su actividad, explicaron los entrevistados.
Hay dos tipos de mercado: el regulado, donde los Estados -a nivel federal, estatal o municipal- ponen las reglas a cumplir para lograr sus objetivos; y el voluntario: donde las empresas participan sin estar obligadas a hacerlo. En el primero de los casos, las empresas pagan por créditos de carbono o financian actividades que reducen emisiones para cumplir con la regulación y estar exentos de multas o del pago de impuestos al carbono, como ocurre en 13 de los 32 estados de México.
En el mercado voluntario, las empresas realizan acciones, entre otras razones, porque forman parte de la cadena de producción de una transnacional que ya aplica estos criterios y tiene que demostrar que toda su proveeduría también lo hace. En materia regulatoria, por ejemplo, la autoridad financiera de Estados Unidos estableció que las empresas públicas tienen que incluir en sus reportes financieros el riesgo climático, siguiendo los pasos de la Unión Europea.
¿Cómo está México?
En el país, el mercado voluntario es el que está más avanzado, con metodologías definidas, cuyo principal incentivo es la diferenciación de participantes que aún no se ha subido a la ola.
“Cada vez hay más jugadores que apuestan por este tipo de mercado. Esto se debe a que hay empresas que están dispuestas a pagar más caro. Eso te permite que el negocio se vuelva más viable”, comentó el fundador de Kolibri.
“México se puede convertir en un líder internacional el producir créditos de carbono, teniendo tanto territorio donde se puede producir. Es uno de los países con una flora mega diversa. Hoy en día podemos ver que invertir en créditos de reforestación o de captura”, aseguró Pineda, del fondo de inversión Next 150.
The Next 150 ya firmó dos acuerdos: uno compra a seis años con Microsoft para suministrar 95,000 toneladas de créditos de remoción de dióxido de carbono (CDR) de alta calidad producidos en su primera planta de biochar: General Biochar Systems (GBS) en Guanajuato.
El segundo con Shell, que incluye la entrega de hasta 22,500 créditos de carbono durante los próximos cinco años.
“Hemos invertido en México porque hay voluntad de los estados, hay conocimiento a nivel federal y muchas empresas interesadas en invertir acá. Nosotros hemos invertido para generar créditos de carbono, que ya están invertidos por Microsoft y Shell”, sostuvo el directivo del fondo.
Lo anterior, agregó, da muestra de que “se puede empezar a generar ingresos nuevos adicionales y traer inversión extranjera a México”.
¿Qué está haciendo México en créditos de carbono?
En el país hay 259 proyectos activos, de los cuales hay 146 que finalizaron el registro y hay 113 listados, de acuerdo con información de México CO2, destacó Saavedra.
La mayoría de los proyectos en México son forestales, encaminados a evitar la deforestación de un bosque nativo, que puede ser una reserva de carbono y los créditos se emiten por la cantidad de carbono ahorrado, explicó.
¿Y América Latina?
Los países más avanzados de la región en la materia son Colombia y Brasil, señalaron los expertos, destacando que hay una relación entre los esfuerzos en materia de créditos de carbono y la presencia de selva amazónica en estas naciones. Perú y Chile también están haciendo esfuerzos importantes en la materia.