4 marcas que cambiaron de logo y no murieron en el intento
Ciudad de México (Expansión).- GAP aprendió por las malas que la decisión de ‘rejuvenecer’ la imagen de marca no puede tomarse a la ligera. En 2010, la firma textil modificó su clásico logo de letras blancas con fondo azul, pero algo salió mal. Las redes sociales explotaron: la nueva imagen evocaba una institución financiera, señalaban los seguidores de la marca. La empresa enterró el logo en menos de una semana, recuerda Andrés Ramírez Portilla, investigador del departamento de Estudios Empresariales de la Universidad Iberoamericana.
La sustitución o renovación del logo es una opción decisiva para las empresas. “No sólo es la cara que se le muestra al cliente, sino una parte vital de la marca. Un buen logo sirve para retener y ganar nuevos usuarios. Además, es la forma de proyectar la identidad visual que caracteriza a la empresa”, explica Ricardo Drab, CEO de la firma Drab Brand Agency, especializada en estrategias de identidad.
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Renovarlo es una forma de demostrarle al consumidor que la compañía evoluciona y se adapta al nuevo contexto, agrega David Herrera, CEO de la firma de diseño VBAT en América Latina. Sin embargo, para Ramírez Portillo hay una lógica que se debe priorizar: si algo funciona, ¿por qué cambiarlo?
Esta máxima no aplica para las firmas que no son tan reconocidas. “Para ellas, la regla es clara: renovarse para no morir. Los valores se reflejan a través del logo y el consumidor primero se acerca a la imagen porque le llama la atención, después, se siente estimulado y decide adquirir el producto, lo utiliza y confirma si es lo que necesita. Cuando en este camino hay una imagen que lo acompaña, es mucho más fácil que la reconozca la próxima vez que la vea”, advierte Bernardo Torres, fundador y CEO de la firma de diseño estratégico Uncommon.
Noblex
La marca de televisión, patrocinador de la selección argentina de futbol, incluyó los colores del equipo en su logo. En 2017, su promesa de devolver el dinero a sus clientes si la selección no llegaba a Rusia se hizo viral y ahorró más de 300,000 dólares en publicidad.
Powerade
En 2017, cambió su identidad gráfica, presentó una nueva botella y modificó su tipografía para posicionar el producto en un mercado más joven y no necesariamente deportista. Sus seguidores en redes crecieron 30%.
La Mansión
Además de remodelar sus restaurantes, en septiembre, la marca cambió su logo para presentarse sólo con una imagen. El objetivo es atraer a consumidores más jóvenes. También agregó nuevas propuestas, como maridajes y catas.
Motorola
Tras fusionarse con Lenovo en 2016, la marca de celulares recortó su nombre a Moto y cambió su logo, con 60 años de historia. Un año después, aumentó 6% sus ventas, lo que significó un incremento de 25% en los ingresos de Lenovo.