Para Vieri Figallo, el pitch es tramposo. En una ocasión, la agencia que dirige y lleva su apellido fue invitada por uno de sus clientes a participar en un pitch para un evento interno de comunicación. El objetivo era concienciar a más de 2,000 empleados sobre la vulnerabilidad de la información y la necesidad de alinearse con los protocolos de seguridad de la empresa, inserta en el sector de telecomunicaciones.
El equipo puso manos a la obra y el día de la presentación propuso invitar a profesionales de seguridad de la información, incluyendo a un alto ejecutivo de la Fiscalía General de la República (FGR) y a un hacker, cuya identidad permanecería anónima, para que participaran en un panel junto con los directivos de la compañía.
La agencia recibió muchas preguntas del cliente, lo que les hizo pensar que tenían buenas posibilidades de ganar el pitch. Sin embargo, días más tarde el cliente dejó de responder. Para sorpresa de Figallo, el cliente contactó directamente al ejecutivo de la FGR. Un amigo de la agencia, quien facilitó el contacto del oficial para proponerlo en el pitch, les informó molesto sobre esta acción. A pesar de enviar un correo para aclarar la situación, la agencia no recibió respuesta y el evento se realizó sin su participación.