Donald Trump a México: una retórica agresiva
Tras 100 días como presidente de los Estados Unidos, Donald Trump parece haber olvidado la retórica que lo enemistó con los mexicanos y ahora, los asuntos con México parecen distar de estar entre las prioridades en su agenda, según expertos, quienes además coinciden en que el republicano ha utilizado esa relación como elemento para mejorar su popularidad entre los ciudadanos estadounidenses.
El fundador y director de la consultoría especializada en mercados TripleThree International, Iván Franco, apunta que el discurso de Trump muestra que los ataques a México -utilizados como punta de lanza durante su campaña electoral y aún en los primeros días de su mandato- nunca destacaron entre los asuntos más urgentes, como él mismo lo quiso hacer creer.
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“Eso (los mensajes contra México) le ayudó a ganar votos en el pasado, (y ahora) lo está usando como un bono político (para) algún sector de la población de los Estados Unidos que lo sigue, (y que) le gusta escuchar que va a cumplir sus promesas y México es un eslabón débil, por eso tiene la oportunidad de tomarlo de ‘bajada’, para apuntalar nuevamente su popularidad”, explicó el experto.
Indicó que la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), así como la reforma migratoria y la construcción de un muro en la frontera son temas de los que ha sacado una renta que se mide en el porcentaje de aceptación y popularidad tras tropiezos como la negativa a la derogación del Obamacare, por ejemplo.
El investigador del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), Marco Antonio Morales, señaló que el silencio relativo que guardó Trump entre mediados de febrero y abril sobre los asuntos con México es entendible, dados los temas que ocuparon su agenda en ese periodo, como la revocación del Obamacare o las restricciones migratorias, reveses políticos que se tradujeron en una raquítica aprobación del 37% de los estadounidenses, según las encuestas diarias de Gallup.
“A la población rural, a quienes les afecta directamente el tema de los migrantes mexicanos, les gusta escuchar de vez en cuando mensajes como ‘los trabajos no se van de aquí’, ‘los trabajos no se mueven a México’ (...) No es casualidad que los grandes elementos que promueve como logros en sus 100 días tiene que ver con esos empleos”, afirmó Morales.
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El experto coincidió en que el regreso al tema del muro en los últimos días es un mensaje a los sectores menos industrializados, a las mayorías que lo pusieron en la presidencia y que representan un ‘colchón’ importante para el republicano. Ahí radica la importancia del discurso antimexicano de Trump en estos 100 días, según el especialista.
México no reacciona
Pero mientras Donald Trump se ha servido de un discurso calculador en contra de México, la reacción por parte del gobierno de Enrique Peña Nieto ha sido tibia y tardía, según Horacio Vives, miembro del Sistema Nacional de Investigadores.
Más grave aún, acusó, es la cesión del control total de la agenda política entre ambos países, manejada por los caprichos del presidente estadounidense.
“El gobierno (de Peña Nieto) no se preparó adecuadamente para la llegada de su contraparte estadounidense y ha reaccionado de manera tardía (...) Este tipo de relación México - Estados Unidos ha propiciado antagonismo no solo entre los gobiernos sino entre ambas sociedades, lo que puede ser muy peligroso”, advirtió Vives, quien es profesor del ITAM.
El ‘becario’ de presidente
Las formas que ha utilizado Trump son indicativo de una experiencia política nula y carente, que lo han orillado a perder alianzas importantes, incluso con su propio partido, aseguró Marco Morales.
Para el especialista, el resumen de los primeros 100 días se caracteriza por el desconocimiento de áreas relevantes como el comercio internacional.
“No creo que siempre actúe con dolo (...) Alguien debe explicarle cómo funciona la política en general y los costos que algunas acciones podrían tener porque su gran constante es el desconocimiento de las reglas”, dijo el investigador.
