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Soldados de Israel armados arrestan a un niño palestino de 9 años

Habitantes de la ciudad de Hebrón acusan que la detención de menores de edad se ha vuelto una práctica normal del ejército israelí.
lun 01 abril 2019 01:50 PM
Respuesta.
Respuesta. El ejército israelí desmintió la insinuación de que hubieran arrestado a alguien, pero indicó que se investigará el incidente.

(CNN) —Un día antes de que nos reuniéramos, el defensor de los derechos humanos, Aref Jaber, grabó el arresto de un niño palestino de nueve años, a quien unos soldados israelíes armados sacaron de una escuela en la ciudad de Hebron, en la Margen Occidental.

En su grabación se ve a los soldados dentro de la escuela primaria de Ziad Jaber, discutiendo con el director y otros maestros mientras intentaban sacar a Zein Idris y a su hermano Taim, de siete años.

En un momento, le dicen a uno de los maestros que si no suelta a Zain, el soldado le romperá el brazo.

La edad de imputabilidad en Israel, tanto en la ley civil como en la militar, es de 12 años; sin embargo, cuando el director indica que los niños son muy pequeños, un oficial israelí contesta: "Aventaron piedras, no me importa cuántos años tienen".

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Taim se escondió en un salón, pero como se ve en el video, a final de cuentas se llevaron a Zein y lo metieron en un vehículo militar.

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Según las autoridades de la escuela y los habitantes del barrio, lo llevaron a un puesto militar cercano y lo retuvieron por poco menos de una hora.

Al describir el incidente a CNN, la unidad de voceros del ejército israelí señaló que un grupo de estudiantes habían arrojado piedras a los coches de los habitantes de los asentamientos israelíes de la ciudad y que por lo tanto, los soldados hablaron con los estudiantes y les hicieron una advertencia.

El ejército desmintió la insinuación de que hubieran arrestado a alguien, aunque agregó que se investigará el incidente y que se aclararán los reglamentos según corresponda.

'Arrojaste una piedra'

Cuando visité a Zein Idris, estaba jugando en la azotea de la casa de su familia.

Sentado junto a su madre, me contó que iba saliendo de la escuela con Taim cuando vieron a los soldados corriendo hacia ellos, así que regresaron a esconderse a la escuela.

"Entraron corriendo a la escuela y me arrestaron. Uno de los soldados me gritó mientras me torcía la oreja y me decía: 'arrojaste una piedra'. Le dije que no, pero me agarró del hombro y me aventó contra la pared; me tuvo arrestado dos horas".

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Aref Jaber ha vivido en Hebrón toda su vida. Documenta todo lo que puede en la ciudad más grande de la Margen Occidental con su cámara de video o con su teléfono.

"Lo más peligroso es que arrestar a los niños se está volviendo normal", explicó.

Los derechos de los niños

La Unicef, la agencia de Naciones Unidas que busca proteger los derechos de los niños, considera que lo ocurrido fue un arresto.

Al señalar que liberaron a Zein sin levantarle cargos, explicaron que los incidentes en los que las fuerzas armadas entran a las escuelas son demasiado comunes en la Margen Occidental.

"Los niños de todo el mundo no solo tienen el derecho a una educación segura y a protección de todas las formas de violencia y explotación, sino que también es esencial para su bienestar mental y físico", dijo Genevieve Boutin, representante especial de Unicef en Palestina. "Los niños que sufren esta clase de violaciones suelen tener dificultades en la escuela y corren el riesgo de dejarla".

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En 2018, la dependencia de la ONU recibió testimonios de 65 niños palestinos arrestados o detenidos, ya sea en la escuela o en el camino desde o hacia su casa.

Las cifras de los Servicios de Prisiones de Israel muestran que en promedio se detuvo a 271 niños palestinos en 2018 por presuntas infracciones a la seguridad. Según Unicef, esto no incluye la cantidad total de niños que entraron en contacto con las fuerzas de seguridad pero que quedan libres en unas cuantas horas, como ocurrió con Zein Idris.

Un estado de tensión permanente

La situación en Hebrón es particularmente inquietante.

El funcionamiento administrativo de esta ciudad, situada a menos de 30 kilómetros de Jerusalén, es complejo, aún para los estándares de la región. Está dividida en dos; los palestinos controlan una parte y los israelíes, la otra. La parte israelí, que incluye a la Ciudad Antigua, es hogar de unos 40,000 palestinos y unos cientos de pobladores israelíes, según cifras de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios.

Unos 650 soldados cuidan a los pobladores israelíes, según Breaking the Silence, una organización antiocupación compuesta por exsoldados israelíes. El ejército no hace comentarios sobre la cantidad de soldados que despliega.

La seguridad en la parte controlada por los israelíes se basa en el llamado "principio de separación".

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En palabras de la organización israelí de derechos humanos, B'Tselem, esto significa que los palestinos que viven ahí "están sometidos a restricciones extremas a su movimiento, ya sea en auto o a pie, e incluyen el cierre de calles principales, mientras que los israelíes pueden ir libremente a donde les plazca".

La consecuencia es un estado de tensión permanente, un lugar en el que bullen la hostilidad y la desconfianza.

Abu Jalal tiene una tienda justo enfrente de la escuela de Zein Idris y estaba presente cuando los soldados lo sacaron. Dice que lo que ve es un juego que los soldados juegan con los niños.

"Los soldados irrumpen en la escuela para provocar a los niños. Cuando los niños los ven con las armas, empiezan a gritar para provocar a los soldados, quienes entonces creen que tienen razones para arrestar a los niños", explicó.

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El ejército lo niega y señala que solo entran en las escuelas cuando creen que ha tenido lugar un incidente, como arrojar piedras, y quieren encontrar al perpetrador.

La Unicef señaló que las autoridades israelíes manifestaron que de ahora en adelante "están dispuestas […] a emitir los reglamentos que prohíban la entrada de fuerzas armadas a las escuelas", aunque todavía no se implementan.

'Ceguera moral'

B'Teselem es otro de los grupos que graba incidentes en la Margen Occidental en los que afirman que las fuerzas de seguridad han detenido a niños palestinos que aún no cumplen la edad de imputabilidad, sin informarles a sus padres.

Señalaron que la justificación que suelen dar es que los soldados estaban deteniendo a los niños para luego entregarlos a las autoridades palestinas.

"Es inaceptable que las fuerzas armadas detengan a un niño pequeño solo, por el tiempo que sea, especialmente sin notificarle a sus padres, sin importar si el niño aventó piedras o no. El que las autoridades israelíes crean que esta conducta es aceptable dice mucho sobre la ceguera moral que los aqueja".

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La influencia de la larga ocupación militar en los territorios ocupados sobre la sociedad Israelí es un tema delicado para muchos israelíes, particularmente cuando se insinúa que sus propios soldados están pagando el precio.

Oshrat Kotler, conductora israelí de noticieros, recibió duras críticas recientemente por insinuar, durante una transmisión en vivo en febrero, que servir en la Margen Occidental transformaba a los soldados israelíes en animales.

"Enviamos a nuestros hijos al ejército, a los territorios, y nos regresan animales. Ese es el resultado de la ocupación", dijo.

El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, fue uno de quienes criticaron a la conductora.

"Estoy orgulloso de los soldados de las fuerzas de defensa israelíes y los quiero mucho. Los comentarios de Kotler deberían reprobarse", dijo.

'¡Cuidado, están grabando!'

Aref Jaber dijo que es claro que los niños de Hebrón están pagando un precio psicológico.

"Las cicatrices son profundas. Muchos de los niños de aquí tienen miedo de ir a la escuela; a otros, sus papás les impiden salir de la casa a jugar con sus amigos en el barrio", cuenta.

Imad Abu Shamsiyeh, otro activista por los derechos humanos, cree que esta situación no tiene solución. La única arma que puede hacer una diferencia pequeña, dice, es una cámara.

"En cuanto los soldados ven una cámara, empiezan a decirse: '¡Cuidado, están grabando!'. Esta es la única forma en la que hemos logrado documentar sus crímenes y mostrárselos al mundo entero".

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